Tráiler en exclusiva de 'Mali Twist', la nueva película de Robert Guédiguian
El veterano director francés estrena el 8 de julio su nueva película ambientada en el Mali de los 60 alrededor de una pareja que sobrevive a la guerra
Madrid
No hay tantos cineastas franceses que miren al pasado colonial de su país. Robert Guédiguian, siempre comprometido con las causas sociales, decide acercarse a lo que fue la revolución en Mali, ex colonia francesa, en los años 60. Lo hace en Mali Twist, nueva película del veterano director que se presentó en la Seminci en Valladolid y que llega a los cines el próximo 8 de julio.
Ambientada en la Mali postcolonial de los años 60, cuando los jóvenes de Bamako bailan el rock and roll recién importado de Occidente y sueñan con una renovación política, la película cuenta el romance de los dos protagonistas, Samba -un joven socialista- y Lara. Robert Guédiguian lleva tiempo ahondando en cómo los cabios políticos y sociales afectan a lo íntimo de las familias y las personas. En sus últimas películas se había acercado a la inmigración. Ahora se centra en una historia de amor, lo que le permite hablar de la colonización francesa y europea, cuyos traumas y consecuencias existen hoy en su país y en el resto del continente.
Mali Twist fue rodada en Senegal, debido a la inseguridad que hay en la actualidad en Mali. En 2017, Guédiguian vio en la Fundación Cartier una exposición de fotografía de Malick Sidibé, de aquella época donde los jóvenes bailaban y se divertían en clubes y discotecas. Era la imagen de la felicidad de una época de cambio en un país africano y eso es lo que fue el germen de esta película protagonizada por Stéphane Bak y Alice Da Luz.
El director sale de su Marsella natal, esa que ha retratado en películas como De todo corazón, con la que ganó el Premio del Jurado en San Sebastián, El cumpleaños de Ariane, Una historia de locos o La casa junto al mar, para acercarse al país africano. "Es cierto que Bamako y Marsella son diferentes, pero el fondo es estrictamente idéntico", reconoce el director. "Quisimos contar una historia de amor trágica y hermosa a la vez para encarnar lo que yo llamo ese “momento comunista”, de construcción, de celebración revolucionaria en el que las posibilidades chocan no solo con la contrarrevolución sino también con la tradición y las costumbres ancestrales", señala el director, en un momento donde la izquierda francesa trata de recomponerse en medio del racismo y del auge de la extrema derecha.
La película ahonda también en la contradicción entre fiesta y revolución. "Si no puedo bailar no es mi revolución", suele ser uno de los lemas de las últimas manifestaciones y Guédiguian reflexiona sobre ese aspecto menos racional de la lucha obrera y anticolonial. Los dirigentes de Mali creían que esos clubes alegres y festivos tenían una ideología contrarrevolucionaria, mientras que Gúediguian señala que se equivocaban, que lo festivo no puede asociarse solo al capitalismo. Conocido comunista, el director evita la autoficción, pero utiliza a sus personajes para mostrar las contradicciones, las penas y los anhelos que él mismo ha vivido, como artista, como militante y como francés. Mali Twist ahonda en la mirada de un joven revolucionario a quien la revolución se le escapó.