Australia acuerda con Francia indemnizar con 555 millones a Naval Group tras romper el contrato para la construcción de submarinos
El primer ministro australiano espera reunirse pronto con Macron, con el que había cerrado los detalles del acuerdo que pondría fin a un episodio de tensión diplomática entre los dos países
Madrid
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, anunció este sábado que su Gobierno ha alcanzado un acuerdo con Francia para indemnizar con 555 millones de euros a la compañía francesa Naval Group por romper de manera unilateral un contrato para la construcción de submarinos.
Más información
- La fiscalía francesa pide cadena perpetua para cuatro de los acusados de los atentados de 2015, entre ellos Salah Abdeslam, el único atacante superviviente
- Argelia asegura que su decisión no afecta al suministro de gas ni al acuerdo con la UE y denuncia la "precipitación" de Bruselas al respaldar a España
Durante una rueda de prensa, Albanese dijo hoy que espera viajar pronto a París para reunirse con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, con el que había cerrado los detalles del acuerdo que pondría fin a un episodio de tensión diplomática entre los dos países.
"Es una buena oportunidad para dejar atrás las tensiones" apuntó el primer ministro, quien reconoció que aspira a tener "una relación honesta con Francia y basada en la integridad y el respeto mutuo".
El primer ministro australiano, que agradeció a Naval Group por aceptar el acuerdo, explicó que ve una reunión personal entre el presidente Macron y él en Francia "como absolutamente vital para restablecer la relación, que es importante para los intereses nacionales de Australia".
Australia anunció en septiembre del año pasado que desechaba un contrato con Naval Group, firmado en 2016 y valorado en 90.000 millones de dólares australianos (63.400 millones de dólares estadounidenses o 60.500 millones de euros), para la construcción de una docena de submarinos propulsados por motor diésel.
El país oceánico rompió el acuerdo inmediatamente después de sellar una alianza de seguridad con EEUU y el Reino Unido (AUKUS) que le permite el acceso a la tecnología estadounidense para la construcción de submarinos nucleares. El Gobierno francés acusó entonces al Ejecutivo australiano de "romper la relación de confianza" entre ambos países al desechar el acuerdo de carácter "unilateral".
Francia llegó a llamar a consultas a los embajadores de Australia y Estados Unidos, una decisión inédita en las relaciones con esos aliados. La compañía francesa de titularidad estatal Naval Group anunció por su lado que presentaría a Australia la factura de lo que tendrá que abonar por los gastos que la empresa y sus socios industriales ya habían pagado o habían apalabrado, de acuerdo con lo que estipulaba el contrato.