"Hay que abrir los ojos. De 25 alumnos que hay en cada aula de un colegio, cinco serán abusados antes de los 14 años"

Madrid

Tienes 7 años. Estás jugando con tus primos a los médicos. Unos días más tarde, juegas solo tú con tu primo mayor. Y así, durante algunos meses. No entiendes qué ocurre, solo sabes que, a veces, no te disgusta, y con el tiempo, solo tienes algún recuerdo en un baño. Pedro (nombre ficticio) fue abusado sexualmente con 7 años por su primo mayor, de 6 más, hoy ya tiene 25. Los abusos sexuales a menores se han incrementado un 300% en la última década. Es lo que muestra un informe de la Fundación ANAR que ha analizado más de 6.000 casos en los que han intervenido entre 2008 y 2020.

En 2021, estas cifras no han parado de crecer. Según Benjamín Ballesteros, Director de Programas de la Fundación ANAR, en 2020 ayudaron en 717 casos de abuso sexual, "pero el año pasado ya fueron casi el doble, 1297". "No es que haya habido más abusos que antes, pero hay muchas personas que al oír hablar de ello, se identifican y nos llaman pidiendo ayuda", explica Ballesteros.

De todos los casos, casi la mitad son de menores de 12 años. De estos, se encarga desde hace 15 años la Asociación para la sanación y prevención del abuso sexual infantil (AspaSi). Su presidenta y fundadora, Margarita García, es psicóloga clínica y lleva más de 35 años tratando tanto a niños, adolescentes y adultos que han sido abusados en edades tempranas, como a abusadores.

"Cuando he preguntado a los abusadores porqué lo han hecho con niños tan pequeños me han respondido dos cosas: la primera, porque soy muy bueno y no quería que tuviese un trauma, entonces busqué niños pequeños porque así no se acuerdan; y también porque nadie va a creer a un niño, porque con esa edad todavía no saben lo que está ocurriendo y no iban a saber contarlo", recuerda García.

Pese a que la mayoría de abusos se dan en mujeres, en niños se da de igual manera en varones. A la mayoría, les convencen a través de juegos, comenta la presidenta de AspaSi: "Es un secreto entre tú y yo. Es un juego que jugamos tú y yo solos. ¿Por qué se descubren muchas veces estos abusos? Porque el niño quiere jugar con algún adulto a ese juego y te dice cosas como que no entiende porqué papá no quiere jugar a ese juego con él".

"Cuando he preguntado a los abusadores porqué lo han hecho con niños tan pequeños me han respondido dos cosas: porque soy muy bueno y no quería que tuviese un trauma, y porque nadie va a creer a un niño"

—  Margarita García, fundadora y directora de AspaSi

Niños como Pedro, al que para él, jugar a los médicos con su primo era eso, "un juego que se fue de madre". "Una parte importante de las secuelas viene de guardar el secreto porque uno de los sentimientos que tenía era yo soy sucio, soy malo y no merezco vivir", expresa.

Por eso, apunta Margarita García, es tan importante la prevención: "Tenemos que enseñar a los niños que su cuerpo es suyo, que tienen unas partes íntimas que los adultos no deben tocar, y si ocurre, explicarles con juegos, como hacen los abusadores, que deben contárselo a mamá o papá".

Todo para que, en ese último caso, se pueda detectar rápidamente, algo que es fundamental. "Cuando los niños son tratados a tiempo, justo cuando ocurre el abuso, las secuelas son mínimas o nulas. Cuando tratamos a niños las terapias suelen durar 4 meses. Cuando tratamos a adultos que han sido abusados siendo niños, las terapias duran 4 años", comenta García.

Ella fue quien trató a Pedro, que acabó contándolo "a los 6 o 7 meses". "Un día vino mi primo a casa, me metí debajo de la cama y empecé a pegar a mi madre con un cojín. Ahí le conté todo", recuerda con apenas dificultad, y es que garantiza que no tiene "ningún trauma", que quizás "tiene más trauma" su primo. "¿Por qué? Porque no se me dijo que lo que me había pasado era terrible, porque no se me miró como una víctima", contesta.

Tan solo 1 de cada 10 abusos sexuales los realizan personas adultas sin ningún tipo de relación con el abusado. Y en edades pequeñas, casi todos se producen en el ámbito familiar. Por eso, hay que insistir a los padres y educadores: "Que abran los ojos. En muchos colegios nos han dicho que no nos dejan dar una charla porque allí eso no pasa. Esto pasa. De 25 alumnos que hay en cada aula, 5 serán abusados antes de los 14 años", concluye Margarita García.