Los pueblos freseros de Huelva, uno de los graneros de voto de la ultraderecha: "Entre todos hemos allanado el camino a Vox"

Huelva

Lepe, Palos de la Frontera, Trigueros, Isla Cristina, municipios con muchas diferencias pero con una similitud, que es ya motivo de análisis de los sociólogos más expertos, en todos el auge de Vox parece hoy imparable.

"Aquí la gente ya no se corta con los comentarios racistas, pero cuando entra un cliente aquí y empieza con esa cantina y yo le advierto: 'Aquí no, esta es mi casa y aquí no quiero esos mensajes de rechazo", advierte firme un joven camarero en el centro de Lepe, 28000 habitantes. En esta huerta fresera y de otros frutos rojos Vox es la primera fuerza política en votos desde las elecciones generales de 2019.

Los propietarios de un bar cafetería no admiten "ni las supuestas bromas" y comentarios racistas en su barra y en sus mesas. Él también prevé que Vox arrase el 19-J en el municipio, por mucho que le duela. Tiene dos hijos con una mamá colombiana "y claro, soy especialmente sensible a que señalen a mis hijos o a cualquier otro por su aspecto o por si sus padres o ellos han nacido fuera", señala.

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De origen colombiano es también la socióloga Mónica Montaño, que lleva 20 años en Lepe, "no es solo el racismo y el rechazo a la inmigración, que es claro y creciente, es también el carro de ideas clasistas y antiguas". "Ahora los jóvenes aquí quieren imitar la imagen del señorito andaluz a caballo, con su boina y su bandera, y no se dan cuenta que sus abuelos ya fueron explotados por ese modelo de señorito, que si ellos han sacado una carrera es porque sus padres se sacrificaron en el campo hasta lograr un pedazo de tierra. Es una mezcla de todo, imitar viejos modelos de poder, de querer ser como los señoritos hasta en la vestimenta", advierte esta profesora de la Universidad de Huelva que se define como afrocolombiana y afrolepera, y tiene claro que además del motor de la xenofobia se ha construido todo un imaginario a "imitar" sobre Vox.

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"Aquí hay un voto racista a pesar de que nos necesitan sí o sí para el campo, hay cada vez más reconocimiento público de los comportamientos racistas que ya casi nadie afea. Vox es en Lepe la primera fuerza y va a subir más en la provincia", alerta Seydou Diop, responsable de ASNUCI, una asociación referente en la defensa de los derechos de los trabajadores migrantes. Este activista social estuvo cuatro años trabajando en el campo sin el permiso de residencia, como "ahora lo hacen otros 5.000 compañeros migrantes en toda la provincia", añade.

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Sobre el auge del voto a la ultraderecha entre los trabajadores del campo o de sectores con bajos salarios, los sindicatos de la zona creen que "la falta de recuperación real desde la crisis económica de 2007 sigue marcando mucho el voto", señala Sebastián Donaire, responsable de UGT Huelva.

Julia Perea, de Comisiones Obreras, cree que Vox adapta su discurso y sus mentiras pueblo a pueblo de Huelva "vertiendo mentiras que la falta de formación o información política facilita, usando y adaptando cada mensaje populista a cada pueblo, más sus redes sociales que son muy hábiles en ese juego de la emoción", advierte.

Un ganadero que explica su voto a Vox

Rafa es votante de Vox. De sus 44 años lleva 30 en Trigueros, un pueblo donde se trabaja mucho con ganado y caballos, "voto a Vox por cansancio de los partidos tradicionales que llevan más de 30 años dominando y haciendo lo que les da la gana en Andalucía y en Huelva", señala nada más empezar la charla en una cafetería del polígono industrial del pueblo.

Preguntado por el aumento del voto a la ultraderecha en las zonas rurales de Huelva, Rafa responde que él les vota por otros argumentos más allá de la inmigración "porque soy religioso, porque me gusta la gente que cumple con sus obligaciones, porque no reinterpretan la historia", enumera.

Ya les ha votado en anteriores citas electorales, y ha llegado a Vox por descarte de otras opciones. "Antes votaba al PP, pero siento desde hace tiempo que ya no me representan", asegura. Cree que los votantes de izquierda se equivocan al simplificar al votante de Vox. "A veces escucho tanto estereotipo sobre los que votamos estas opciones que me he llegado a preguntar si es cierto eso que dicen, pero creo que despreciarnos en un error", advierte. Al final de la charla acaba reconociendo que "la alta tasa de inmigración" en la provincia le influye en su voto, "porque al final no se acaban de adaptar a nosotros, por religión y por otras cuestiones. Aunque yo no veo bien esa situación de los asentamientos donde están en tan malas condiciones", añade.

Los expertos analizan todas estas variantes

"El factor miedo es clave y penetra fácilmente en la clase trabajadora y la falta de expectativas laborales o económicas por un lado pero no sólo, muchos jóvenes lo que quieren es ser los empresarios que explotan a los inmigrantes. Y después la falta de expectativas y de miradas más allá de lo local, por eso calan, tanto los mensajes emocionales y racistas de la ultraderecha", afirma Pepa Suárez, de Mazagón, veterana en la pelea social afirma de manera rotunda que "entre todos le hemos allanado el camino a Vox".

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Otro profesor universitario de la capital onubense, Octavio Vázquez, ha hecho un trabajo específico sobre el ascenso de Vox en los pueblos de Huelva, "toda esta zona de los pueblos freseros viven en esa paradoja, necesitan la mano de obra migrante porque no es suficiente con la local, pero a la vez los ven como una amenaza". "Sobre todo en los pueblos donde no viven todavía estos temporeros, en esos pueblos como Isla Cristina temen que pueda pasar como en Lepe. En Lepe que el campo depende de los migrantes también votan a la ultraderecha como primera opción", señala este sociólogo a la vez que advierte que los casos que ha analizado tienen particularidades.

Señala que "hay factores de un imaginario social que marca el voto", cree que "la xenofobia" más que la aporofobia es la que alimenta este ascenso de Vox sobre la que pronostica un fuerte aumento en la cita electoral del próximo domingo, "será la primera fuerza casi seguro o si no estará muy cerca de serlo no solo en esos pueblos, sino en toda la provincia", augura.

"La tendencia nacional marca también el camino del voto a la ultraderecha en el campo onubense", alerta Vázquez. El paro, la necesidad de mano de obra migrante, el aumento de estereotipos y discursos históricos y religiosos "de otras épocas supuestamente mejores", más la xenofobia, conforman la receta que hace que Huelva sea hoy uno de los grandes viveros de voto de la ultraderecha.

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