El mismo horror, peor acogida: escapar de Siria, la historia de Majad

Madrid

Majad tiene 30 años y con 25 tuvo que escapar de Siria. Estaba casado, tenía una empresa informática, vivía bien. Tenía una vida planificada pero la guerra cambió sus planes y tuvo que escapar. Lo último que recuerda es su vida bajo tierra, en el sótano de un edificio. "Todo el rato caían bombas", nos cuenta. Su ciudad, Sabadani, fue una de las más castigadas. Está cerca de Damasco. Era lugar turístico, pero se convirtió en una especia de orgullo rebelde y el ejército sirio la masacró. Su familia huyó aprovechando un alto el fuego. Pero el no pudo acompañar ni a su esposa ni a sus padres. Al ser hombre y joven le reclutaban y tuvo que escapar a través de Líbano. Fueron dos años de pesadilla, a través de montañas. "Estuve un mes para recorrer cinco kilómetros. Si me pillaban me mataban", exclama. Si en la huida los ucranianos encuentran Europa y una Polonia entregada, en su caso la puerta de salida le dejó en un pais hostil donde al menos pudo reunirse con su mujer. Allí tuvo dos hijos y con ellos y con la ayuda de ACNUR huyó a Europa.

Empezar de cero en España

Desde que llegaron a España, Cruz Roja les ayudó con todo. Les buscó vivienda, les ayudó a tramitar los papeles. No hablaban español. Era mucha burocracia, mucho papeleo, pero ya tiene documento de refugiado. Ha conseguido trabajo en una empresa cárnica de Zamora donde vive con su familia y donde ha tenido otro hijo. Al principio les costó hacerse a la vida fuera de su país. " Vengo de una cultura muy diferente, es otro idioma, me costó encontrar amigos, pero ahora ya los tengo. Mi mujer no tuvo muchos problemas, pero sí alguna dificultad. Somos musulmanes, ella viste diferente pero ya se ha integrado", explica. Ahora la familia con sus tres hijos pequeños está instalada y viven tranquilos. "Ahora no quiero salir de Zamora. Ya es mi ciudad, aunque no tenga nacionalidad española", relata.

Se identifica con Ucrania

Hace once años de la guerra de Siria, pero ellos reviven ahora su pesadilla. Majad se identifica con el pueblo de Ucrania. Rusia ayudó al régimen de Bashar al-Assad. "Putin mi país y ahora está destruyendo Ucrania. La guerra es la misma", sentencia. Pero no es igual el trato que están recibiendo los refugiados "A los ucranianos les dan papeles y refugio según llegan, mientras que muchos sirios todavía no los tienen", explica Majad. Hasta ahora de Ucrania han huido más de cuatro millones de personas. Europa, por primera vez ha respondido con diligencia, con permisos inmediatos de residencia y de trabajo para los refugiados, millones de euros en ayuda humanitaria y un gran despliegue de solidaridad ciudadana. De Siria escaparon siete millones de personas. Hasta septiembre de 2021, España ha reconocido como refugiados a 482 sirios.