Jonás Trueba: "La bulimia audiovisual está matando a las salas de cine"
El director estrena 'Tenéis que venir a verla', una película generacional en la que captura el estado de ánimo pospandémico y reflexiona sobre el lugar del arte en nuestra sociedad. Itsaso Arana, Vito Sanz, Francesco Carril e Irene Escolar son los protagonistas
Madrid
Jonás Trueba ha mantenido en toda su carrera un estilo y una sensibilidad específicas que se centran en retratar los vaivenes emocionales de un estrato social de una generación. Esos jóvenes educados, modernos, nostálgicos, urbanitas, acomodados pero con un futuro incierto. "Hago las películas con lo que me ronda, con el aire que tengo alrededor, con conversaciones de amigos y amigas, cosas que están sucediendo, que te afectan", nos cuenta el cineasta en una entrevista en la Cadena SER.
El retrato de su generación ha ido pasando por distintos estados de ánimo o experiencias vitales. Ha retratado el desamor en Todas las canciones hablan de mí, su ópera prima, que ya trascurría en el Madrid más castizo. También el enamoramiento en Los exiliados románticos, con unos jóvenes que viajaban por Francia, o la búsqueda de sí mismos de unos personajes perdidos durante la canícula madrileña en La virgen de agosto. Ahora da un salto más en su nueva película, una historia de madurez que escribió durante la pandemia. "Tenía ganas de hacer algo breve, que pudiéramos rodar en pocos días, de manera sencilla. Estábamos en pandemia y pensaba que teníamos que hacer algo posibilista", explica sobre Tenéis que venir a verla, película que llega solo a cines este viernes.
En ella hay también cosas de su momento vital y de su entorno, de hecho vuelve a contar con su equipo habitual, tanto técnicos como intérpretes. "Esta película la he llenado con cosas que me afectan. Esa cercanía con los cuarenta, esa tristeza que dejó la pandemia. Y a la vez tenía ganas de mostrar que podíamos seguir haciendo películas independientes como las estábamos haciendo".
El argumento es bastante sencillo y anecdótico. El reencuentro, tras el duro confinamiento, en un concierto de jazz de dos parejas de amigos que llevan tiempo sin verse. Una de las parejas se ha mudado a las afueras de Madrid, con planes de jardín y bebés, mientras que la otra pareja sigue llevando la misma vida de siempre en la ciudad, en el centro para más señas. "Hacer una película es un poco como ir a ver a los amigos. Eso une en mi cabeza que la pereza que le da a estos personajes ir a ver a sus amigos a las afueras es la pereza que mucha gente tiene con ir al cine. Esa casa es también la peli", añade.
El filme es un retrato generacional de esos treintañeros a punto de llegar a los 40 que tienen que tomar decisiones o creen que deben hacerlo. Momento vital que con la pandemia ha cobrado quizá más premura. "Es una película donde he pensado por primera vez en la muerte. Supongo que por esa sensación que se nos quedó en los meses de pandemia". Francesco Carril e Irene Escolar son los que viven en las afuera, redescubriendo una nueva vida, con las contradicciones de la tranquilidad, pero usando el coche para todo. Itsaso Arana y Vito Sanz siguen en el centro de Madrid, esa urbe cada vez más decadente pero a la que el director siempre le saca partido. Los cuatro personajes responden a unos clichés muy reconocibles: la intelectual que lee un tocho del pensador Peter Sloterdijk, el artista, el que disfruta del campo. "Somos clichés de nosotros mismos. Es bonito trabajar con el cliché, a mí me gusta porque puedes sacudirte un poco tus propias tonterías", decía el director.
Entrevista | Jonás Trueba por 'Tenéis que venir a verla'
24:34
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Sobre Peter Sloterdijk explica que era el libro que leía en ese momento. "En cada película que hemos hecho hemos mostrado los libros que leíamos en ese momento, las canciones que escuchábamos. Es verdad que los libros tienen el peligro de que parezcamos pedantes o que estemos dando sermones, pero nada de eso. Este es un libro que a mí me ha estimulado muchísimo mientras lo leía. Lo he metido en la película con humor, pero con amor". Y sobre el personaje que lee a Sloterdijk: "Me encanta que un personaje como el de Itsaso exista porque es como el de una chica con gafas intelectual que lee un libro. Yo tengo amigas así, yo soy un poco así y me gusta que estén en la película, merecen estar en una película. El cine español no suele mostrar estas personas que existen, no digo que sean mejores ni peores, pero quizá me toca a mí retratarlas". La actriz protagoniza una de las escenas más divertidas de esta película llena de escucha, diálogos y silencio. "Me alegra mucho que se vea la ironía. No es una comedia, pero sí hay comedia soterrada. En el fondo nos estamos riendo de las situaciones. En las anteriores películas también estaba, quizá me tomaba más en serio, puede ser, pero para mí el humor es importante e intento que esté".
Tenéis que venir a verla toma el título de una de las primeras conversaciones de los protagonistas, pero además es toda una declaración de intenciones del director, amante del cine y defensor de las salas, que dice están en peligro constante con el actual modelo de producción y distribución que han fomentado las plataformas. "Esa bulimia y ese consumo desaforado es lo que está matando a las salas de cine. Tenemos tanta oferta de series y películas en casa que da la sensación que todo va a llegar y que no hace falta ir al cine. Ya no queremos ir hacia la película, esperamos a que venga. Ese es el drama de la convivencia, que siempre es en detrimento de las salas. También creo que nos están comprando un poco, abrumándonos con tanta oferta y no nos dejan elegir lo que queremos ver o pensar qué queremos elegir".
La película se estrena solo en un cine de cada una de las ciudades elegidas, un cambio en la forma de estrenar que explica el pequeño de los Trueba, que competirá después, a inicios de julio, en el certamen de Karlovy Vary en su sección principal, la que otorga el Globo de Cristal, como lo hiciera hace tres años La virgen de agosto. "No siempre es necesario más, no siempre es mejor más copias, más éxito. A veces es importante entender la medida. Es una película pequeña y tendrá menos espectadores. No pasa nada, es una producción pequeña y tendrá una distribución pequeña. Estamos haciendo una promoción menor, sin exagerar nada". El jazz, los versos recitados de Olvido García Valdés y un final en el que el director acerca el cine a la vida o al revés son elementos del cine de Jonás que aparecen de nuevo en esta película ensayo o película cuento, que invita al espectador a no hacer nada o hacer todo.