El Tribunal Supremo establece que el fútbol no es una expresión artística

Madrid

El Tribunal Supremo ha hecho públicos los argumentos por los que acuerda que los propietarios de bares y restaurantes que emitían el fútbol sin pasar por la caja de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) han cometido un delito contra el mercado y no contra la propiedad intelectual. El primero lleva aparejado el pago de una multa y el segundo penas de prisión.

La sentencia, de la que ha sido ponente el presidente de la sala de lo penal, Manuel Marchena, dice que el delito contra la propiedad intelectual castiga al que plagie, distribuya o reproduzca "una obra o prestación literaria, artística o científica" y que "habría bastado con añadir deportivas para que ninguna duda se suscitara".

El pleno dice que el fútbol no encaja como obra o prestación artística, literaria o científica. La sentencia sostiene que "el fútbol, desde luego, no es literatura. Tampoco es ciencia. Es cierto que en un partido de fútbol -en general, en cualquier espectáculo deportivo- pueden sucederse lances de innegable valor estético, pero interpretar esos momentos o secuencias de perfección técnica como notas definitorias de un espectáculo artístico puede conducir a transgredir los límites del principio de tipicidad. Un partido de fútbol es un espectáculo deportivo, no artístico. Y a esa conclusión se llega, no sólo por la constatación empírica de que no faltan encuentros en los que el espectador no tiene oportunidad de apreciar ninguna jugada de valor artístico, sino porque en la búsqueda de la victoria se suceden acciones que se distancian sensiblemente de cualquier canon, sea cual sea el que se suscriba, de belleza artística".