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El primer ministro de Israel disuelve el parlamento y convoca elecciones anticipadas

Naftali Bennett ha decidido anticipar las elecciones por los problemas en la coalición de gobierno y el canciller Lapid será el primer ministro provisional

El primer ministro de Israel, Naftali Bennett. / ABIR SULTAN / POOL (EFE)

Madrid

El primer ministro israelí, Naftali Bennett, y el ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, ha acordado disolver el parlamento, lo que supondrá convocar nuevas elecciones. Mientras tanto, Lapir asumirá el cargo de primer ministro, según ha confirmado un funcionario a los medios locales.

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La próxima semana se llevará a cabo una votación en el parlamento para que Lapid asuma el cargo de primer ministro. Benet y su socio de gobierno han comparecido para informar de que la próxima semana propondrán una ley para disolver el Parlamento y adelantar elecciones. "El ministro Lapid y yo hemos decidido avanzan hacia la disolución del parlamento", ha anunciado Lapid junto a Benet, quien ha definido esta decisión como "la más dura y la más sionista" de su carrera política.

Lapid ha dicho que no esperará hasta nuevas elecciones para comenzar a abordar los desafíos que enfrenta el país una vez que asuma el cargo de primer ministro interino. "Necesitamos abordar el costo de la vida, emprender la campaña contra Irán, Hamás y Hezbolá, y oponernos a las fuerzas que amenazan con convertir a Israel en un país no democrático", ha señalado.

Lapid y Bennett formaron una coalición en junio de 2021 después de dos años de estancamiento político con Benjamin Netanyahu al frente del Gobierno. Sin embargo la alianza de los partidos árabes musulmanes, liberales y de derecha fue frágil desde el principio. De hecho, el gobierno de coalición cumplió el pasado 13 de junio su primer aniversario, encadenando una crisis tras otra, especialmente desde abril, cuando perdió su mayoría parlamentaria tras la deserción de Idit Silman, una diputada de Yamina, el partido de ultraderecha de Benet.

Las crisis que encadena Israel

El partido árabe islamista Raam también congeló a finales de abril durante tres semanas su participación en el gobierno a raíz de los disturbios violentos en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén durante el Ramadán, pero luego decidió reintegrarse a un Ejecutivo que lleva más de dos meses en la cuerda floja.

En las últimas semanas, se ha especulado mucho con la posibilidad de que otro diputado de Yamina, Nir Orbach, abandonara la coalición y se uniera a la oposición liderada por el partido Likud del exprimer ministro Netanyahu.

El gobierno de coalición juró hace un año como el Ejecutivo más diverso de la historia del país, una amalgama de ocho partidos políticos de todas las tendencias -desde la derecha ultranacionalista, hasta la izquierda pacifista, pasando por la inédita inclusión de un partido árabe- que se unieron para derrocar a Netanyahu, tras 12 años consecutivos en el poder.

Sin embargo, con una mayoría parlamentaria ínfima y dividida en cuestiones políticas importantes, como el conflicto palestino-israelí y cuestiones de estado y religión, la coalición de ocho facciones se ve abocada al fracaso y a un nuevo ciclo electoral.