La Francia Insumisa, el partido liderado por Jean-Luc Mélenchon y que encabeza la coalición de izquierdas NUPES (La Nueva Unión Popular, Ecológica y Social) va a presentar una moción de censura contra el Gobierno de Emmanuel Macron después de su fracaso en la segunda vuelta de las elecciones legislativas este domingo. La agrupación de Macron, Juntos, perdió la mayoría absoluta en el Parlamento y salvó las presidenciales reduciendo la ventaja con la candidata de Agrupación Nacional, Marine Le Pen. Por eso, la izquierda, que está más fuerte que nunca, quiere aprovechar para poner en cuestión la confianza del presidente y presentará una moción el 5 de julio. Aunque la moción no tiene muchas posibilidades de triunfar evidencia la dificultad para gobernar de Macron al quedar un parlamento más fragmentado. El grupo de Macron ha obtenido 245 diputados, por debajo de la mayoría absoluta que está marcada en 289. La NUPES ha logrado 131 parlamentarios, Le Pen le sigue con 89 y Los Republicanos, la derecha tradicional, se queda con 61. La moción de censura será previsiblemente apoyada por los distintos grupos parlamentarios de los partidos que componen la NUPES: La Francia Insumisa (72 escaños), el PS (26 escaños), los ecologistas de EELV (23 escaños) y el PCF (12 escaños), por lo que estarían lejos de llegar a los 289 votos favorables que se necesitan para que prospere la moción. No obstante, Los Republicanos han descartado formar una coalición o acordar un pacto de cooperación con Macron. «Esta posición es casi unánime», ha dicho su líder, Christian Jacob. Aunque no prospere a moción, el mero trámite de brinda una idea de los problemas que tiene Macron, quien ha pedido reiteradamente a sus conciudadanos garantizarle el mantenimiento del control de la Asamblea. Con esta nueva configuración, el Gobierno de Macron estará forzado a buscar aliados y, en su primera declaración la primera ministra, Elisabeth Borne, ha avisado de que esta nueva Asamblea Nacional constituye «un riesgo» para el país. Mélenchon ha instado a Borne a someterse a un voto de confianza, aunque le ha advertido que saldrá «derrotada». «Debería cumplir con la tradición de presentarse a un voto de confianza ante la Asamblea Nacional recién elegida». Además, el líder izquierdista no se da por vencido y no renuncia a la ambición de dirigir el Gobierno. «No renunciamos a la ambición de ser quienes dirijamos el Gobierno. No dudéis de vosotros, no cedáis a la impaciencia», afirmó tras conocer los resultados, y destacó la «derrota» del partido del actual presidente es algo que nunca antes había sucedido en las legislativas posteriores a las presidenciales.