Madrid está desde primera hora de este lunes en fase crítica en materia de seguridad debido a la cumbre de la OTAN que se celebrará el miércoles 29 y el jueves 30 con la asistencia de 40 líderes internacionales y 5.000 asistentes que van a estar protegidos por 10.000 agentes de las fuerzas de seguridad. La pata más «silenciosa» de la operación de seguridad bautizada como Eirene -la diosa griega que trae la paz- la ha asumido la Comisaría General de Información de la Policía en colaboración con CNI, cuerpos policiales del resto de países miembros de la alianza, así como Interpol, Europol y seguridad OTAN. Una presencia y unas medidas de seguridad que van a afectar a la vida normal de la ciudad, donde desde el viernes pasado se ha intensificado la presencia policial en las calles y otras medidas para mantener el control minuto a minuto. La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, ha llegado este domingo a Madrid. Este lunes se verá con la reina Letizia en el Palacio de la Zarzuela y luego se trasladarán a la sede de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) para visitar sus instalaciones. Tras este recorrido, Jill Biden se reunirá en la Moncloa con Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. El martes, la estadounidense volverá a encontrarse con la reina Letizia para visitar el centro de acogida a ucranianos en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Por la tarde, Joe y Jill Biden acudirán al Palacio Real con motivo de la cena que los reyes ofrecerán a los mandatarios de los 30 países de la OTAN que van a participar en la cumbre. La agenda de la primera dama de EE.UU. seguirá el miércoles, cuando asistirá a parte del programa para las cónyuges de los líderes que participarán en la cumbre de la OTAN. Esa misma tarde, Jill Biden partirá sola de la base aérea de Torrejón en dirección a la base aérea de Andrews, en Washington DC, para luego regresar a la Casa Blanca. Biden ha roto moldes en la Casa Blanca al convertirse en la primera esposa de un presidente en mantener un empleo a tiempo completo, en su caso de profesora. De 71 años, Jill Biden ha dedicado su vida a la educación: Comenzó como maestra de secundaria para niños con necesidades especiales y cuando su marido, Joe Biden, fue vicepresidente de Barack Obama entre 2009 y 2017 compaginó su agenda institucional con su empleo de profesora de inglés en un centro público universitario de Virginia, donde ahora como primera dama sigue desempeñando su trabajo.