Inflación desbocada... de nuevo

Madrid

Hacía mucho tiempo, desde la crisis del petróleo de los años ochenta, que la inflación no alcanzaba el doble dígito en nuestro país. Según los datos que adelanta el INE, los precios han subido 10,2% interanual en el mes de junio, su nivel más alto desde 1985. Supone un avance de un punto y medio respecto al mes de mayo, cuando alcanzó el 8,7%.

Según el INE, esta evolución ascendente, que comenzó en marzo de 2021, se debe principalmente al encarecimiento de los carburantes, los alimentos y las bebidas no alcohólicas, que no frenan su escalada alcista. El gobierno, por su parte, responsabiliza a Rusia y al conflicto en Ucrania de el alza de los precios y defiende que el dato podría ser peor de no haber sido por sus medidas extraordinarias.

Algo que algunos expertos cuestionan, con la inflación subyacente -la que no tiene en cuenta energía ni alimentos frescos- también en aumento, escalando hasta el 5,5% interanual. "Es un problema compartido con otros países, pero si superamos la inflación de nuestros socios europeos, tenemos un problema gravísimo y un precipicio a poca distancia", señala en Hora 25 de los Negocios Raymond Torres, director de análisis de Funcas.

Dos frentes abiertos: salarios y tipos de interés

En este escenario se abren dos grandes frentes. El primero, el de una subida de tipos de interés de los Bancos Centrales que podría frenar en seco la economía. "Es imprescindible ajustar tipos en un entorno de inflación que está aquí para quedarse bastante tiempo, pero hay que hacerlo gradualmente", señala Torres, analista de Funcas: "Una crisis financiera en un contexto en el que hay primas de riesgo que pueden dispararse"El segundo frente es el aumento salarial que reclaman desde hace meses los sindicatos cada vez con mayor intensidad en muchos sectores.

Algunos economistas, como Torres, piden cautela porque puede esa subida puede "generar un bucle diabólico de incrementos en cascada". Este paisaje, según el economista, acabaría con nuestra recuperación. "Es el momento de discutir seriamente un pacto de rentas. Hay soluciones intermedias entre no hacer nada y una indexación de la economía a la inflación", señala Torres.