Buscando el 'match'
Daniela Fejerman dirige y Malena Alterio protagoniza Mamá no enRedes, una comedia sobre las nuevas formas de ligar.
Madrid
Hace 20 años Daniela Fejerman codirigió junto a Inés París, A mi madre le gustan las mujeres, una comedia en la que una mujer madura, interpretada por la siempre recordada Rosa María Sarda, iniciaba una relación con otra mujer más joven que ella, revolucionando su vida familiar y la de sus tres hijas. Mamá no enredes tiene un planteamiento parecido. Malena Alterio es una cirujana plástica de éxito, divorciada y madre de dos hijos, que se apunta a una de esas redes sociales en las que se busca pareja. Lo malo es que sus hijos lo descubren y no lo aprueban.
Dos décadas después, según Daniela Fejerman, aún cuesta asumir la libertad sexual de una mujer madura. “Quizá las mujeres somos más libres y más dueñas de nuestras vidas, pero todavía esto no esta suficientemente representado en la ficción. Siguen haciendo falta historias que muestren que las mujeres de más de cuarenta o cincuenta años también son seres con sexualidad y afectividad y que pueden desarrollarla”, explica la directora.
En la película el personaje que interpreta Malena Alterio comienza a salir con varios hombres a la vez, alguno de ellos mucho más joven que ella. Otro de los tabúes que todavía cuesta romper. Mamá no Enredes habla de cómo ven los hijos que sus progenitores tengan una segunda o tercera vida sentimental o sexual. El film refleja cómo se asume con total naturalidad que el hombre maduro pueda iniciar una nueva relación e incluso que se convierta otra vez en padre. Las mujeres, en cambio, lo tienen mucho más complicado.
En la película se habla también de las nuevas familias, incluso de la posibilidad del poliamor y, por supuesto, de la influencia que tienen las redes sociales y estas aplicaciones para ligar en la sociedad actual. “Por lo que he averiguado, la forma de comportarse de hombres y de mujeres en estas apps de citas es completamente distinta”, afirma Daniela Fejerman. “Los hombres hacen pesca de arrastre. Le dan like a todo y a ver qué cae. Las mujeres, en cambio, son un poco más selectivas. O sea, que se sigue reproduciendo lo que ocurría hace años, cuando se salía a ligar a una discoteca a las cinco de la mañana. Los tíos estaban a pillar todo lo que se podía y las mujeres no tanto”.
Malena Alterio no tiene una buena opinión de esta forma de conocer a posibles ligues. “Es una mercantilización de nosotros mismos, cómo nos vendemos y cómo juzgamos solo por una foto. Somos como los antiguos romanos, pulgar para arriba o pulgar para abajo. Este sí y este no. Es muy frío. Yo me considero un poco más antigua y no me reconozco en este sistema. Pero no descarto su utilidad porque tengo amigas que incluso se han casado o se casarán”, dice la actriz.
“Yo creo que estas aplicaciones abren caminos”, dice por su parte la realizadora. “Pero tienen la contracara de hasta qué punto tenemos que vendernos nosotros mismos para ser aceptados. Para hacer la película leí muchos consejos de cómo crear un perfil, qué tipo de foto poner o si la debes hacer tú mismo o que te la hagan. Parecía un mercado en donde había que ponerse en venta. Esa parte me hace ser crítica, pero tengo también gente cercana que las usa y que ha ligado o incluso ha encontrado una pareja”.
Lo que está claro es que las redes sociales han condicionado nuestra forma de vivir, nuestro comportamiento sexual y también están muy presentes en el mundo del cine a la hora de completar un reparto. “Yo soy de una generación que ya me cociné un poquito y la gente me conoce”, dice divertida Malena Alterio. “No estoy pendiente de cuántos seguidores tengo para que me contraten, pero sé que en las nuevas generaciones, dependiendo de qué tipo de película hagas, sí se tiene en cuenta”. Y Daniela Fejerman lo corrobora. “Es cierto. Se mira si un actor joven tiene tantos cientos de miles de seguidores. A mí me da mucha pena eso. Me parece terrible. Alguna vez que lo he dicho me han respondido que era una antigua”.
En la película también vemos a jóvenes promesas como Sofía Oria, Juan Grandinetti y Oscar Ortuño y a actores y actrices ya más consagrados como Eva Ugarte, María Castro, Antonio Pagudo o Ben Temple. Ellos son todas las piezas de este alocado puzle que Malena Alterio pone patas arriba por un like. Es una lástima que la película no desarrolle todas las posibilidades cómicas que la premisa ofrece y que alterne algunos buenos momentos, que son pocos, con otros más insulsos, convencionales y previsibles. Cinematográficamente no hay “match”.
Elio Castro
Licenciado en Historia del Arte y Máster en periodismo por la Universidad Autónoma/El País. Periodista...