Gru antes de Gru: los orígenes del villano de los Minions con música disco
Los Minions vuelven a la gran pantalla de la mano del director Kyle Balda, quien recupera la historia de Gru desde sus orígenes. Un joven adolescente de 12 años que sueña con ser el mayor villano del mundo.
MADRID
Minions: el origen de Gru es la nueva película de la saga que comenzó en 2010 con Gru: Mi villano favorito, protagonizada por esos singulares seres amarillos tan malvados como adorables. La primera entrega fue todo un éxito y recaudó más de 3.700 millones de dólares en todo el mundo. Ahora, el director Kyle Balda, responsable de las obras Minions (2015) y Gru: Mi villano favorito 3 (2017) continúa la historia y apuesta por volver al inicio y permitir al público conocer el origen de Gru, un niño de 12 años que sueña con conquistar el mundo siendo el mayor villano de los años 70, la década del brillo, de la música disco y de los pantalones campana.
El actor Steve Carell es el encargado de dar voz a Gru 'mayor' en la versión americana y repite, esta vez, con el pequeño villano. La misma misión cumple el humorista Florentino Fernández en España. "Sé que tengo la voz grave y aunque la voz de Gru esté construida sobre la mía con un tono más rasgado, he tenido que llevar todo el trabajo al agudo, mucho más suave y mantenerlo en el tiempo era complicado, pero nos hemos divertido muchísimo", declara. La nueva incorporación al elenco de doblaje es Mónica Naranjo. La artista da vida a Donna Disco, una mujer fuerte, potente y decidida que, como buena villana, tiene una risa muy característica. "Cuando vas a hacer el casting aún no has visto nada, es todo super mega privado, tan solo sabes el personaje que vas a doblar", cuenta la cantante y añade: "A veces el doblaje mejora a los personajes".
La idea original de Gru: Mi villano favorito es de Sergio Pablos, animador español y autor de obras como SmallFoot (2018) y Klaus (2019). Desde hace algunos años, España es considerado uno de los países europeos más destacados en animación, sobre todo, desde el estreno de Las aventuras de Tadeo Jones (Enrique Gato, 2012), pero también con otros títulos para un público más adulto como Buñuel en el laberinto de las tortugas o las obras del oscarizado Alberto Mielgo. "Aquí tenemos muchísimo talento, y mucha industria americana llega del talento español. Poder ver aquí una saga como esta sería un lujo, pero me siento igualmente orgulloso de que 'Minions' esté en España aunque sea una producción americana", dice Florentino.
Antes de que Gru fuera Gru, el mayor supervillano del mundo, padre de 3 niñas y el ladrón de la mismísima luna, era un chaval solitario y singular que vivía en un barrio de las afueras con una madre que no le presta mucha atención. Esta vez conocemos al protagonista desde sus raíces, como una persona dispuesta a todo que aún no se ha desilusionado por el mundo que le rodea. A los conocidos Kevin, Stuart y Bob se une un nuevo miembro, Otto, un nuevo Minion muy patoso y desesperado por sentirse aceptado en el grupo. "Sus peculiaridades son precisamente las que hacen de Otto alguien especial: representa a cualquiera que se haya sentido alguna vez dado de lado por los chavales más populares", cuenta el director.
Otra de las nuevas incorporaciones a este universo son 'Los Salvajes 6', un grupo de supervillanos que tratan de eliminar del mapa al jefe fundador y que carecen de cualquier tipo de piedad. El pequeño Gru es el mayor fan del clan y sueña con ser el nuevo 'salvaje'. Cuando consigue presentarse ante ellos, solo recibe burlas por su edad y su aspecto, pero Gru conseguirá dejar huella en la historia del grupo embarcándose en una aventura llena de acción, humor y lecciones vitales. Chris Meledandri, productor y director ejecutivo de Illumination reconoce que la película sigue teniendo un hueco entre el público gracias al perfil de los personajes. "Los Minions conquistan y enamoran al público y, aunque Gru sea un villano, es fácil identificarse con él y queremos que gane en todas las situaciones", afirma.
En lo visual, toda la acción está envuelta en un ambiente setentero, impregnado por la nueva música y la moda de la época. El director Kyle Balda creció en esta época y lo recuerda: "La televisión, la música, los coches, los peinados y los pantalones de campana. Todo en esta película derrocha carácter setentero. Si algo está claro es que es una década visual que inspira mucha nostalgia cuando echas la vista atrás en busca de inspiración". El kung-fu es otra de las nuevas aportaciones que nace de la búsqueda y el recuerdo de las películas setenteras de este género como Las 36 cámaras de Shaolin (Liu Chia Liang, 1978) o El mono borracho en el ojo del tigre (Jackie Chan, 1978). La película consigue una atracción nostálgica hacia los personajes que ya son conocidos y provoca una sensación de descubrimiento con los nuevos elementos que se presentan en esta entrega. "Son atractivos por la contradicción existente entre su aspiración a ser malos y su esencia natural que los hace genuinamente buenos. Todos tenemos esa clase de faceta", reconoce el productor.
La banda sonora está llena de funk y las piezas son obra del compositor Jack Antonoff. Es una de las claves para conseguir que la historia funcione. "Creo que lo que define al cine es una combinación de palabras, interpretación y música", dice Meledandri, y añade: "Si unes estos tres elementos, entonces puedes crear una experiencia única, que te envuelve y te transporta a lo largo de la historia". La película consigue mantener la esencia de las anteriores entregas, aunando la acción con la emotividad y el componente 'cuqui' del universo amarillo.