Javier Espinosa entrevista a uno de los miembros del ISIS que le secuestró: "No se ha arrepentido"
Javier Espinosa se ha asomado a La Ventana para hablar de la entrevista que realizó a uno de sus captores
Javier Espinosa entrevista a uno de los miembros del ISIS que le secuestró: "No se ha arrepentido"
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El 16 de septiembre de 2013, el periodista del diario el Mundo, Javier Espinosa, y el fotoperiodista Ricardo García Vilanova fueron secuestrados por el Estado Islámico en Siria mientras trabajaban. 194 días después quedaron en libertad. El Mundo publica este lunes una conversación que Javier Espinosa ha mantenido con Alexanda Kotey, uno de sus secuestradores, en una cárcel de Virginia (Estados Unidos). Kotey, acusado de más de media docena de asesinatos, cumple allí la cadena perpetua.
El encuentro tuvo lugar el pasado día 22 de junio. Uno que, cuenta Espinosa, comenzó con "un improvisado apretón de manos y una conversación sobre las familias de ambos". Dos horas de charla a la que Kotey, de 38 años y padre de 4 hijas, acudió enfundado en un mono verde, habitual de las prisiones estadounidenses, y con los pies atados por una cadena.
"Volvería a hacer lo mismo"
La conclusión del periodista tras la entrevista es clara: no hay arrepentimiento. "Estoy seguro de que si lo volviesen a soltar, volvería a enrolarse en el Estado Islámico, volvería a hacer lo mismo", dice. "Es un personaje que no se ha arrepentido", explica Espinosa, que señala que aunque "sí ha cambiado un poco" desde el cautiverio, "le queda mucho trayecto hasta comprender todo el daño que ha hecho a tanta gente".
No fue, sin embargo, ese perdón lo que Javier fue buscando a la cárcel de máxima seguridad en la que se encuentra Kotey. "Tengo una especialización, la del periodismo de conflictos, que hace que para mí sea una conversación con un criminal más, un acercamiento de periodista a una persona que considero informativamente interesante", confiesa Espinosa, que advierte que también tuvo tiempo de "reprocharle" lo que habían hecho con ellos.
"Me parece alucinante que la gente sea capaz de matar, nunca me ha cabido en la cabeza", desarrolla Javier. Por eso cruzó la puerta de la cárcel con la intención de "entender". El por qué. "Una de las principales características de los conflictos es que se deshumaniza y diaboliza al contrario, pero nadie es malo al cien por cien ni bueno al cien por cien tampoco", añade Espinosa.
El de Javier y el no arrepentimiento de su captor es un sentir compartido por la madre de James Foley, periodista norteamericano ejecutado por el Estado Islámico obligado a culpar a Estados Unidos de su muerte antes de ser decapitado, que también conversó con él.
"Siempre he dicho que nosotros fuimos víctimas menores"
Javier y Ricardo fueron liberados en 2014. Otros muchos periodistas, como Foley, no corrieron la misma suerte. Por eso el periodista se considera una "víctima menor". Una que, refleja, posiblemente no lo hubiera sido de no tener "la ventana de oportunidad" y ese momento "concreto" en el que la situación permitió su rescate. "Sin todo eso, el resultado hubiese sido muy diferente", apunta.
"Un criminal más", al que, según Espinosa, todavía le queda mucho camino hasta "entender" todo lo que sus actos han causado a periodistas que solo querían contar lo que pasaba en un país, por desgracia, olvidado.
Paula Ramos Barral
Redactora en La Ventana. Antes en La Voz de Galicia y en la productora 93 Metros. Colaboradora en Jot...