Uno de cada tres españoles ha empezado a recortar ya sus gastos por la subida de precios
El 94,7% de la población está sintiendo “mucho o bastante” el impacto de la inflación
Porcentaje de personas encuestadas que han notado la inflación
Madrid
El 94,7% de la población está sintiendo "mucho o bastante" la subida de precios y uno de cada tres españoles está empezando a recortar ya sus gastos y su cesta de la compra, según se desprende de la encuesta de 40dB para la Cadena SER y El País correspondiente a julio.
En concreto, un 27,4% de los españoles dice que está recortando ya sus gastos y otro 8,9% hace ya "renuncias importantes". En términos macroeconómicos eso significa que un 36,3%, uno de cada tres españoles, está frenando ya el consumo, el principal motor de la economía.
Entre quienes están recortando esos gastos, la incidencia es diferente entre las distintas actividades económicas: el ocio y la ropa son lo que más sufre: el 95,1% de ellos dice sale menos a bares, cines y el 94,1% dice que también recorta en ese capítulo.
Lo siguiente y más básico, es la luz y la compra, donde 9 de cada 10 de los que recortan encienden menos luz, aire acondicionado, o sólo compran ya productos esenciales. Pero lo más preocupante socialmente es que uno de cada tres un 36,4% ha abandonado ya un tratamiento médico o dejado de ir a una cita médica para ahorrar (dentistas y psicólogos fundamentalmente).
Ya son más de la mitad de los hogares españoles los que dicen que tienen apuros para llegar a fin de mes. Uno de cada tres (un 36,5%) dice que llega "justo" a fin de mes y uno de cada cinco (un 18,4% de los hogares) dice que no llega a fin de mes y que está tirando de ahorros o de créditos. La palabra "recortes" vuelve a ser parte del diccionario social.
El Gobierno ha desplegado un escudo social que, en términos políticos, deja también ángulos de preocupación porque, según se desprende de la encuesta de 40dB para la SER y El País, no parece estar calando en la percepción de los ciudadanos. De hecho, quienes tienen apuros económicos apenas reconocen las medidas. Sólo el 18,9% de quienes no llegan consideran positivas o muy positivas las medidas y, entre quienes llegan justos a final de mes, sólo uno de cada cuatro las valora como positivas (un 24,7%).
De hecho, el desencanto político explica también la intención de voto porque la derecha se impone entre quienes no llegan a fin de mes: un 31,4% votará al PP y Vox frente al 22% que votará al PSOE-Podemos, casi 10 puntos menos en la izquierda También tiene implicaciones para el sistema democrático, porque los pobres votan menos.
De hecho, cuando se pregunta si irá usted a votar seguro, quienes consiguen ahorrar dicen que lo harán con una certeza de 8,6 sobre 10, casi sobresaliente. Quienes no llegan a fin de mes no llegan al 8, un 7,9 sobre 10, notable. Así que esa fractura social tiene también un coste democrático: los más pobres votan menos y los más ricos no sólo votan más sino que votan más a la derecha.
