Otros dos miembros del Gobierno del conservador Boris Johnson, un secretario de Estado y una ayudante en el ministerio de Transporte, han presentado este miércoles sus dimisiones, después de las sorpresivas renuncias de Rishi Sunak como titular de Economía y de Sajid Javid como responsable de Sanidad. El secretario de Estado de la Infancia, el diputado Will Quince, y la ayudante parlamentaria en el ministerio de Transporte, la diputada Laura Trott, han anunciado sus renuncias en descontento con los escándalos que han salpicado al jefe del Gobierno. En su carta de dimisión al primer ministro, Quince señaló que se apartaba del Ejecutivo con «gran tristeza» después de que Johnson reconociera, tras negarlo en un principio, que sí sabía que el diputado Chris Pincher, exresponsable de la disciplina del grupo parlamentario conservador, había sido investigado en el pasado por comportamientos inapropiados hacia hombres. Según asegura en su carta, Johnson no estaba dispuesto a tomar «decisiones difíciles» en la economía, como pudo comprobar al preparar un discurso conjunto para la próxima semana en ese campo, y se dio cuenta de que sus enfoques «son fundamentalmente demasiado diferentes». También se mostró duro en su renuncia Javid, quien denunció que el deterioro de los valores conservadores en el Ejecutivo de Johnson «no cambiará bajo su liderazgo». «La moción de censura interna el pasado mes (...) fue un momento para la humildad, retomar el control y una nueva dirección. Lamento decir que esta situación no cambiará bajo su liderazgo, y por tanto ha perdido también mi confianza», subrayó Javid, quien en su día ya aspiró a liderar el Partido Conservador. A última hora del martes se conoció que el hasta ahora ministro de Educación, Nadhim Zahawi, sustituirá a Sunak al frente de Economía, mientras que el secretario de Estado del Gabinete, Steve Barclay, uno de los colaboradores más estrechos de Johnson, hará lo mismo con Javid en Sanidad. Las dimisiones desataron un aluvión de renuncias encadenadas, aunque voces autorizadas de los «tories», como el exnegociador del Brexit David Frost o el vicepresidente del partido «tory» Bim Afolami, también demandaron la marcha de Johnson, y algunos cargos de menor rango también dejaron sus puestos. Sin embargo, el grupúsculo de mayores fieles al primer ministro dentro del Ejecutivo - integrado entre otros por la ministra de Exteriores, Liz Truss, el de Defensa, Ben Wallace, el vice primer ministro, Dominic Raab, o las titulares del Interior, Priti Patel, y Cultura, Nadine Dorries- anunciaron que no piensan abandonarlo. Las dimisiones de Sunak y Javid llegaron en otro día de polémicas para el primer ministro, quien tuvo que disculparse por haber designado como responsable de la disciplina del grupo parlamentario conservador al diputado Chris Pincher pese a saber que se le había investigado por conducta sexual inapropiada. Aunque Downing Street trató inicialmente de desvincular a Johnson de lo sucedido con Pincher, quien dimitió la semana pasada por haber realizado tocamientos no deseados a varios hombres en una reunión social, finalmente el «premier» tuvo que admitir que ya conocía que había cometido esos actos en el pasado. Los ministros que renunciaron hoy no aludieron directamente a este escándalo, pero para muchas voces críticas con Johnson en su partido supone la gota que ha colmado el vaso. Mientras, el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, aseguró que el Gobierno de Johnson «se está derrumbando» tras la dimisión de los ministros. «Está claro que este Gobierno se está derrumbando. Los ministros tories han sabido desde el principio quién era el primer ministro. Han sido sus animadores a lo largo de esta lamentable saga», declaró Starmer a medios británicos. Para el laborista, los ministros «han sido sus cómplices a cada paso, según deshonraba su cargo y defraudaba al país. Si tuviesen un ápice de integridad, hace meses que se habrían marchado». La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, consideró por su lado que todo ese grupo podrido debe marcharse ya