Yolanda Díaz lanza su proyecto político rodeada de colectivos sociales y sin dirigentes de Unidas Podemos

Tras meses de espera e incertidumbre para los suyos, y a un año y medio de las elecciones generales de 2023 —si no hay adelanto—, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se pone oficialmente ‘el traje’ de líder del espacio a la izquierda del PSOE y también el de candidata. Aunque la decisión final de si concurrirá a las urnas la tomará dentro de seis meses, cuando finalice su denominado “proceso de escucha” —que arranca esta tarde a las 19.30 horas en el Matadero de Madrid— en la campaña de las elecciones andaluzas ya lanzó un mensaje claro: “Estoy dispuesta a dar un paso para ganar España”. Díaz asumió en marzo de 2021 el liderazgo de Unidas Podemos dentro del Gobierno, cuando Pablo Iglesias decidió dar un paso atrás para presentarse a las elecciones madrileñas y la designó como su sucesora, con unas formas que él mismo ha reconocido que no estuvieron bien, por no avisarla y por no someter esta decisión a un proceso democrático. No obstante, en este tiempo la vicepresidenta se ha centrado sobre todo en su papel institucional y su cartera como responsable de Trabajo y ha evitado sumergirse en la cuestiones internas del espacio, al no tener cargo orgánico en ninguno de los partidos que conforman la coalición. Pero ahora, más de un año después, Díaz toma las riendas también a nivel político, con su propia plataforma, en un primer acto que ya en sí mismo es toda una declaración de intenciones: estará rodeada de figuras representativas de la sociedad civil, diferentes colectivos y sindicatos, y habrá representación de todos los partidos que quiere integrar, pero ningún ‘primer espada’. Díaz ya ha dejado claro estos meses que, sobre todo en esta primera fase de “escucha”, los partidos políticos no pueden ser los protagonistas, sino que tiene que ser la ciudadanía y la sociedad civil la que construya los mimbres de ese nuevo “proyecto de país” que quiere encabezar la vicepresidenta. De ahí esa decisión de que los líderes y principales dirigentes no acaparen este viernes los focos —o los titulares, en el caso de que falte alguno— y que en su lugar sean cuadros medios y figuras menos conocidas los que asistan; una decisión con la que todos están de acuerdo, según explican unos y otros partidos a la SER. Pero de igual modo, en el equipo de Díaz son conscientes de que no pueden construir su proyecto completamente al margen de los partidos, y de ahí también su apelación a “sumar” y a dejar atrás las tensiones internas que llevan meses generándose por la reconfiguración del espacio, y que comenzaron con acto de noviembre en Valencia, organizado por la exvicepresidenta valenciana Mónica Oltra, en el que Díaz empezó a esbozar su nuevo “proyecto de país”, también junto a la líder de los comunes, Ada Colau, y la líder de Más Madrid, Mónica García, pero sin nadie de Podemos. Ahora, medio año después, el partido morado está volcando en reivindicarse como “condición de posibilidad” de ese futuro proyecto de Díaz, mientras Pablo Iglesias, desde fuera, sigue marcando agenda; Izquierda Unida trata de ganar posiciones en los territorios frente a los problemas estructurales de sus socios morados, con un cierre de filas contundente con Díaz; el excofundador de Podemos Íñigo Errejón, ahora líder de Más País, ha vuelto a escena tras su traumática ruptura con Podemos, y exhibe sintonía con la vicepresidenta cada vez que tiene ocasión; y los Comunes, Compromís y Más Madrid se hacen valer como aliados estratégicos en Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid, respectivamente, sin intención alguna de prescindir de su marca. En este contexto, muchos en el espacio reconocen el riesgo que existe de que el proceso de construcción de este nuevo espacio se convierta en una lucha de poder entre los diferentes sectores, que es precisamente lo que Díaz quiere evitar al poner el foco en la sociedad civil. Y ya lo avisó tras la dura pugna que protagonizaron Podemos e Izquierda Unida para conformar el frente amplio andaluz: “Estas cosas son las que alejan a la ciudadanía de los partidos políticos”. En todo caso, el lanzamiento de Sumar llega en un momento de deshielo y acercamiento visible entre Díaz y la cúpula de Podemos tras meses de evidente distanciamiento y fuertes tensiones internas. La vicepresidenta segunda y la líder del partido morado, la ministras Ione Belarra, compartieron en la campaña de las andaluzas un acto político por primera vez en más de seis meses. Y tras el fracaso andaluz en las urnas del pasado 19J, Díaz también se ha dejado ver recientemente con la ministra de Igualdad y ‘número dos de Podemos, Irene Montero, y Belarra en un acto con motivo del Día del Orgullo, en actitud relajada y con visibles gestos de cariño entre ellas. Ambas dirigentes han reaccionado de manera también coordinada a la decisión del PSOE de aprobar, sin el consenso de la coalición según su versión, un crédito extraordinario para el Ministerio de Defensa en pleno debate sobre la necesidad de incrementar el gasto militar. Por primera vez era Yolanda Díaz quien apostaba por confrontar directamente con los socialistas reclamando la reunión del comité de seguimiento del pacto de gobierno. Una crisis que ha servido para mostrar una imagen de unidad y coordinación entre Podemos y la vicepresidenta segunda del Gobierno.