La crisis política en Sri Lanka se agrava y dos ministros dimiten tras las protestas del sábado que derrocaron al primer ministro y presidente
Más de 100 personas resultaron heridas tras las masivas protestas en las que manifestantes asaltaron la residencia oficial del presidente
Madrid
Al menos 103 personas han resultado heridas en Sri Lanka a lo largo de este pasado sábado, día en que la población de la capital del país, Colombo, se echó a la calle para tomar la residencia presidencial en una revolución que ha forzado la dimisión del presidente, Gotabaya Rajapaksa, y del primer ministro del país, Ranil Wickremesinghe, por la devastadora crisis económica que azota a la nación.
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De los heridos, 55 siguen recibiendo tratamiento médico y una persona se encuentra en estado crítico, según ha informado un portavoz del Hospital Nacional de Sri Lanka, en la capital, a la cadena News First. Once heridos han sido identificados como periodistas, de los cuales seis pertenecen a este medio.
Más de la mitad de los heridos ya habían sido registrados a media tarde de ayer, antes de la caída de la noche, que comenzó con el incendio de la residencia particular del primer ministro dimitido. Tres personas han sido detenidas por su implicación en el ataque al domicilio de Wickremesinghe, según el portavoz policial Nihal Talduwa.
Los ministros de Economía y Comercio dimiten
El presidente de Sri Lanka y el primer ministro dimitieron este sábado después de que miles de manifestantes irrumpieran en sus residencias oficiales en una jornada de multitudinarias protestas en Colombo contra el Gobierno por su gestión de la crisis económica. Las dimisiones se siguen sucediendo y este domingo han dimitido dos ministros y otros dos se han mostrado dispuestos a dejar el Gobierno.
"Sri Lanka debería identificar rápidamente e implementar una solución que le permita conseguir la estabilidad económica y resolver las necesidades de la gente de este país", ha dicho en su carta de dimisión el ministro de Promoción de las Inversiones, Dhammika Perera. Además de Perera, recientemente nombrado en el cargo, el ministro de Transportes, Bandula Gunawardene, ha abandonado formalmente hoy el Gobierno.
Los ministros de Turismo, Harin Fernanda, y Trabajo Extranjero, Manusha Nanayyakara, han dicho estar dispuestos a dimitir. Rajapaksa, acusado desde hace meses por los manifestantes de gestionar mal la crisis económica que azota el país isleño, anunció anoche que dimitirá el próximo miércoles, según ha informado el presidente del Parlamento, Mahinda Yapa Abeywardena.
Horas antes el primer ministro desde hace apenas dos meses, Ranil Wickremesinghe, aseguró también que abandonará el cargo y ha llamado a la formación de un Gobierno de unidad nacional. Por el momento, y hasta que las dimisiones de Rajapaksa y Wickremesinghe tengan lugar, el futuro político de la nación isleña sigue siendo una incógnita.
Protestas masivas en Sri Lanka
Miles de personas irrumpieron ayer en las residencias oficiales de Rajapaksa, dejando imágenes de manifestantes bañándose en su piscina y recorriendo los dormitorios de la mansión, y de Wickremesinghe, cuya casa privada fue incendiada también durante la jornada.
Las fuerzas de seguridad recurrieron por su parte al uso de gases lacrimógenos y cargaron contra manifestantes, dejando al menos 103 heridos según el Hospital Nacional de Colombo, entre los que se encontraban varios periodistas que cubrían los eventos.
Las masivas manifestaciones se enmarcan en un contexto de protestas continuadas desde hace meses, debido al impacto sobre los esrilanqueses de una de las peores crisis económicas a las que ha tenido que enfrentarse el país desde su independencia en 1948, derivada de la merma de divisas de reservas internacionales y de un gran endeudamiento.
La tensión y el descontento aumentó en la isla a finales de marzo, cuando las autoridades impusieron cortes de luz de más de 13 horas, lo que llevó a la población a salir a las calles para pedir la dimisión del Ejecutivo de Sri Lanka.
Desde entonces, centenares de manifestantes se han instalado en las inmediaciones de la Secretaría Presidencial de Colombo y las protestas pacíficas alrededor de la nación isleña se volvieron habituales, mientras las autoridades tratan de llegar a un acuerdo de rescate con el Fondo Monetario Internacional (FMI).