Florence & The Machine se corona en un Mad Cool hecho por y para los turistas y los 'selfies'
El festival vive su jornada más multitudinaria y calurosa marcada por la mala organización del trasporte
A mitad del concierto de Florence and The Machine, vibrante banda que conquistó al público del Mad Cool, la cantante se dirigió cariñosamente al público para pedirles que apagaran los móviles y se pusieran a bailar y abrazar al de al lado. Curiosa propuesta en un festival organizado más que para la música para que todo el mundo pueda hacerse su selfie en la noria, en el césped, en la zona vip, o en la caseta de patrocinadores como Tous, Uber o Amazon. Sí, había selfies en el stand de Uber a pesar de que costara un trayecto desde el recinto unos cien euros aproximadamente.
El Mad Cool ha mostrado buena organización -dentro de su recinto-, mientras que fuera ha sido el gran desastre. Imposible salir de ahí. Un refuerzo del metro irrisorio, poca frecuencia de autobuses y un patrocinador, Uber, que jugó a eso de la libertad del mercado. Dentro, la música cumplió. Los artistas fueron puntuales y lo dieron todo. En cada una de las jornadas, desde Metallica hasta Florence.
Florence Welch se convirtió en una diva mesiánica vestida de rojo sobre el escenario principal. Hora y media de concierto donde sonaron los grandes temas de esta banda que suponía la única cabeza de cartel femenina, que ha recibido a Los Pixies, el español Guitarricadelafuente o Kings of Leon con un aforo completo. Increíble, pero cierto. Y eso que la tendencia en los festivales pasa por ser cada vez más inclusivos.
Por tercer día consecutivo, el festival agotaba sus entradas con un aforo de 70.000 asistentes que, a las doce y media de la noche, se congregaban bajo el escenario principal esperando la actuación Florence. “No soy ni una madre ni una novia, soy un rey”, cantaba con su poderosa voz con el sonido del arpa de fondo, en un concierto que se solapaba con el de otro gran grupo, Editors y por supuesto con el orgullo LGTBIQ. Sonó Dog Days Are Over, también Never Let Me Go, que el público coreó bajo la batuta de la artista. Para acabar Hunger, Shake it out y Sacrifice. Intercalados entre carreras, saltos y escarceos de Florence entre el público, algo habitual en sus conciertos.
Descalza y tapada con un mantón semitransparente de Gucci, Florence Welch aparecía en el escenario principal dispuesta a hacer vibrar a sus asistentes, un público joven y en su mayoría anglosajón que ha recibido a la artista. Ese público venía ya animadísimo después de Kings of Leon. Los estadounidenses descargaban sobre el escenario sus temas de rock alternativo. Desde Sex on Fire hasta Use Somebody, con la que ganaron nada menos que un Grammy en 2010. Concierto con gran presencia de un público masculino, por cierto.
Mientras en el centro de la ciudad se celebraba y se reinvindicaba el orgullo LGTBIQ, el Mad Cool se vivía como un festival de sol y borrachera, pocas banderas, pocos arcoiris. Entre el público había dos tendencias: los de la camisa de manga larga en tonos pastel y los ingleses a pecho descubierto sudando la gota gorda, como ocurrió en el concierto de The Struts. Había fans de los grupos, pero era difícil no ver a grupos borrachos gritando sin mirar ni una vez al escenario. Se emocionaban, eso sí, y sacaban los móviles cuando los Pixies, otro de los grandes reclamos del cartel, tocaba Where is my mind, emblema de la banda y canción que se puso de moda gracias a David Fincher y su película El Club de la lucha. Menos éxito tuvieron otros éxitos de esta banda de rock alternativo surgida a finales de los cohenta como Here comes your men o Dibaser.
El público británico reponía fuerzas mientras abría la jornada Álvaro Lafuente, más conocido como Guitarricadelafuente, con temas como Guantanamera y El Conticinio, que catapultaron a la fama al joven, ahora tan solo de 24 años, y que hoy se ha convertido en el primer artista del día entre un plantel de bandas tan ecléctico como lo es el propio festival. Después saltaban con Zara Larsson en la otra punta del recinto. La cantante puso a bailar al público con Lush life, Never forget you y Symphony.
El Mad Cool, que ha acogido hoy también las actuaciones de Leon Bridges y Flume, atisba su final mañana. Lo hará de la mano, entre otros, de Nathy Peluso, La M.O.D.A o Natos y Waor, que llenarán los escenarios de sonidos que van desde el indie a la fusión de trap, jazz y rap. Una muestra no solo de eclectismo y diversidad, ya hemos visto que lo de la diversidad no ha ido muy lejos en la elección del cartel, con pocas mujeres y pocos artistas españolas, sino más bien de vender más entradas llegando a más tipos de público, una constante que se ha instalado en los grandes festivales, como el BBK Live, que se celebraba en estas mismas fechas, o el FIB, precursor de todo esto.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...