Entre el calor y los precios
El que sea más claro y constructivo, el que demuestre que está más cerca de la gente, se llevará el gato al agua. Quien se pelee por nimiedades, perderá. ¿No les parece?
Barcelona
Una nueva ola de calor en España. Tengamos cuidado con malgastar abusando del aire acondicionado. En Alemania temen que la parada técnica de un gasoducto ruso, durante diez días, se prolongue más. Y se convierta en una trampa para hacerles chantaje, evitar el rellenado de depósitos de cara al invierno, y ponga en peligro la estabilidad energética del país. Y acabe empeorando muy mucho la situación económica.
Entre el calor y los precios
No ayuda para nada que el ministro de Economía, el liberal Christian Lindner, celebre por todo lo alto un bodorrio, el suyo, en una isla que es un emporio del ocio de lujo en el Báltico. Uno se puede divertir, siendo sobrio. Y ayuda menos aún que el jefe de la oposición, democristiano, acuda al acto pilotando su propio avión privado. Pero ¿acaso no teníamos que ir ahorrando energía? ¿O al menos no desperdiciándola demasiado?
A todo esto, en medio del calor, de los problemas de la energía y de la carrera de precios, mañana empieza en casa el debate del estado de la Nación. Conviene que los políticos se esfuercen en decir cosas interesantes, y no tonterías; buenos consejos y planes para ahorrar energía y, para diversificarla, para abaratarla; nuevas ideas para combatir el aumento de los precios. El que sea más claro y constructivo, el que demuestre que está más cerca de la gente, se llevará el gato al agua. Quien se pelee por nimiedades, perderá. ¿No les parece?
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...