Vida de músico en una gira de verano: Con el Septeto Santiaguero

Madrid

Han vuelto las noches de verano sobrecargadas de verbenas, festivales, bailes de barrio, conciertos y giras. A nosotros nos toca el goce de estar frente al escenario y destrozar canciones con voces desentonadas, pero para miles de personas es un trabajo. En el caso de los músicos, un trabajo con el que se disfruta y se sufre. ¿Se han preguntado alguna vez de dónde vendrá el percusionista que hay al fondo del escenario, cómo llegó a la banda la cantante, qué vida tiene el trompetista en su casa, cómo son las noches de gira cuando no hay actuación?

Los miembros del Septeto Santiaguero, con dos Grammy latinos como respaldo, se pasarán el verano tocando por escenarios de Europa y Asia. El último concierto ha sido en Madrid, su ciudad base en Europa, las próximas actuaciones serán en Finlandia, Francia, las islas Canarias... Al principio del otoño les esperan en varias ciudades e Japón.

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Nos encontramos con ellos en el sótano del bar de Paco, el Priscila. El guitarrista y el tresero afinan cuerdas, el bongosero se hace un sitio en un escalón, el cantante calienta voz, el organizador de la gira, Jorge Luis Pérez Rojas ve hacer y procura comida y bebida para los músicos a la esperan de que se incorporen el resto de miembros. Ya andan por aquí. Rudens Matos, alias “Chiquitín”, guitarra y cantante; Giraldo Bravo Ramírez, “El Flaco”, cantante y percusión menor; Carlos Danger, “Carlos Bongó”, percusión; y Fernando Dewar, tres cubano, vocalista y director del Septeto Santiaguero. Faltan por llegar el trompetista Alain Dragoní, el cantante Chencho Heredia, el percusionista Gabriel Montero y el contrabajo Dyron Robert.

Salieron del Oriente de Cuba a finales de junio, tienen previsto regresar a finales de septiembre, si es que por el camino no suman más actuaciones. En este reportaje oirán de sus vidas y cómo es la vida de música en una gira de verano.