¿Hasta cuándo durará la ola de calor? La Aemet pone fecha a la bajada de las temperaturas

La segunda ola de calor del verano en España tiene los días contados, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Dentro del margen de incertidumbre que existe todavía, lo más probable es que concluya a última hora del próximo domingo, 17 de julio. Esa jornada acabará con tormentas en el tercio norte, mientras que, ya el lunes 18, se producirá una significativa bajada de las temperaturas en el tercio oeste.

"La presencia de un fuerte anticiclón en las Islas Británicas y una DANA al oeste de la Península ocasiona alta estabilidad, con fuerte insolación, que proporciona temperaturas muy altas, especialmente anómalas para esta época del año", explica el meteorólogo y portavoz de la Aemet Cayetano Torres. El punto álgido se alcanzó este jueves, con temperaturas de hasta 45 grados en los valles del Guadiana, del Guadalquivir y del Tajo y valores por encima de los 40 grados en el interior peninsular.

Para este viernes, se prevé ya un descenso térmico en la vertiente atlántica, la zona centro y la mitad sur peninsular, mientras que las temperaturas aumentarán en el bajo Ebro, este de Cataluña y norte de la Comunidad Valenciana. Se esperan valores por encima de los 35 o 36 grados en el litoral catalán; y de los 44 en el valle del Guadiana. En el centro y sur peninsular se han desactivado los avisos rojos. Sólo se mantienen ya en las Vegas del Guadiana y el Miño. Aun así, en el oeste de Castilla y León se llegará a los 40 grados; en Extremadura, a 43; en el valle del Guadalquivir, 40; y en el resto de Andalucía, 37. Se esperan, de nuevo, tormentas secas en el tercio norte.

Durante el fin de semana, será probable un ascenso acusado en amplias zonas del extremo norte peninsular, al tiempo que en el resto del país comenzará a darse una estabilización de las temperaturas o un ligero descenso, más probable en la mitad sur.

El sábado, 16 de julio, las temperaturas subirán en el Cantábrico y se mantendrán prácticamente sin cambios en el resto de la Península. Sólo se esperan algunos intervalos de nubes bajas en el litoral gallego y en el norte de las islas Canarias. También se esperan intervalos de nubes altas en el noroeste peninsular, así como algo de nubosidad de evolución diurna en el interior de la mitad norte, con baja probabilidad de algún chubasco o tormenta en zonas montañosas del noroeste. Los termómetros registrarán valores superiores a 36 o 38 grados en Baleares y la mayor parte del interior de la Península, superándose 40 grados en el suroeste, valles del Ebro, Duero y zonas del Cantábrico.

Las temperaturas bajarán el lunes

A lo largo del domingo 17 las temperaturas permanecerán sin cambios. "A última hora daremos por concluida la ola de calor", especifica Torres, que espera tormentas en el tercio norte. Por lo demás, se prevén intervalos de nubes altas en el noroeste peninsular, así como algo de nubosidad de evolución diurna en el interior de la mitad norte, con baja probabilidad de algún chubasco o tormenta en zonas montañosas del noroeste y también en Pirineos.

La bajada más apreciable del mercurio se producirá el lunes, 18 de julio, principalmente en el tercio oeste. "Esta bajada de las temperaturas estará en torno a los 7 u 8 grados", aclara Torres. Se espera que este día la baja en altura situada al oeste de la Península comience a desplazarse hacia el noreste. Eso podría provocar nubosidad más abundante en el extremo noroeste peninsular y quizá precipitaciones algo más generalizadas que en días anteriores.

No obstante, la AEMET matiza: "Aunque se prevé que la DANA tienda a alejarse por el nordeste a partir del lunes, dando lugar a un probable descenso térmico, más acusado en la mitad oeste, continuaremos bajo la misma masa de aire, muy estacionaria, que probablemente mantendrá las temperaturas en valores anormalmente altos". Esto quiere decir que las temperaturas diurnas bajarán de forma apreciable en el tercio occidental peninsular, pero se mantendrán máximas por encima de los 36 o 38 grados en la mayor parte del interior de la Península, superándose los 40 grados en los valles del suroeste y valle del Ebro, sin ir más lejos.