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Treinta y dos casas, una iglesia, ningún bar

Juan Gómez Bárcena publica "Lo demás es aire" (Seix Barral)

Treinta y dos casas, una iglesia, ningún bar

Madrid

Hay escenarios literarios que han conseguido convertirse en protagonistas en sí mismos. El escenario del que nos ocupamos en esta ocasión puede perfectamente unirse a la lista de Macondo, Vetusta, Celama o Comala. Se trata de Toñanes, el "pueblo de Juan Gómez Bárcena".

Bárcena recorre la historia de este pueblo, un pueblo de paso en la costa cántabra. Viaja desde la época de los dinosaurios hasta el hoy mismo, conocemos a una pareja que no puede tener hijos en el siglo XVII; dos siglos después, dos vecinos se enfrentan por un pequeño terreno, un enfrentamiento que heredarán sus descendientes; en la posguerra dos amantes (o eso quisieran ellos) se persiguen por los pueblos de la comarca sin llegar a encontrarse...

Y también está la familia de Juan: sus padres, sus hermanas y algún pariente lejano. Está muy presente el embarazo de su madre, el embarazo del que él nació y que fue extraordinariamente complicado. Y sus veranos de la infancia: veranos en los que buscaba dinosaurios, que no encontró, aunque sí consiguió desenterrar algún que otro resto prehistórico.

En la novela están los grandes temas de la historia de la literatura, por ejemplo está muy presente la muerte, con unas extensas listas de personas fallecidas, de sus circunstancias y de los motivos de su fallecimiento. Aparece también el tema de la muerte infantil y de los sentimientos que provoca en sus padres, en cómo condiciona sus vidas y cómo llegan a sentirse completamente inútiles por no poder engendrar un hijo sano.