Mario Draghi no logra recuperar el apoyo de sus socios de Gobierno y acerca al país a unas nuevas elecciones
Tras presentar su dimisión el pasado jueves, Draghi ha tratado de intentar "reconstruir" su coalición este miércoles en el Senado, pero tanto la Liga, Forza Italia y el Movimiento 5 Estrellas han confirmado que retiran su apoyo, lo que previsiblemente provocará su renuncia definitiva y encamina al país a unos comicios
Roma
El terremoto político que se vive en el Gobierno de Italia tendrá su desenlace este jueves. El primer ministro italiano, Mario Draghi, acudió este miércoles al Senado con el objetivo de "reconstruir" su coalición de unidad nacional, tras la crisis causada por su socio Movimiento 5 Estrellas (M5S) que le obligó a presentar su dimisión, pero el resultado no ha sido el esperado.
La Forza Italia de Berlusconi y la ultraderechista Liga de Salvini se han ausentado del Senado durante la votación y no lo han respaldado, tal y como adelantaron sus portavoces, ya que no quieren seguir en el Ejecutivo de coalición con el Movimiento 5 Estrellas, que tampoco ha participado en el voto. Así, Draghi ha ganado la moción de confianza con la que aspiraba a reconstruir su coalición, por 95 votos a favor frente a 35 en contra, pero en absoluto de la forma que se esperaba. Los tres partidos en los que se apoyaba su gobierno le han dado la espalda y le dejan en una posición muy difícil.
Ahora Draghi debe decidir qué hacer. Este jueves estaba previsto que acudiese al Congreso para una segunda moción de confianza, pero tras el fracaso reciente no parece que el panorama político vaya a cambiar demasiado entre la Cámara Alta y la Baja. Así, todo apunta a que presentará su dimisión ante el presidente Sergio Matarella el jueves, esta vez de forma definitiva, y por tanto Italia acudirá a unas nuevas elecciones, que se celebrarían previsiblemente entre finales de septiembre y principios de octubre.
Una de las peculiaridades de la jornada es que existía la posibilidad de que no se alcanzase el quórum requerido para que el resultado de la votación fuese válido, por lo que algunos senadores del M5S, en vez de abandonar la cámara, se han declarado "presentes no votantes" para que se pueda alcanzar el quórum, pues lo contrario no tendría precedentes en una moción de confianza a un Gobierno italiano.
El secretario general del Partido Demócrata, Enrico Letta, que apoyó a Draghi, lamentó "este día de locura en el que el Parlamento decidió ponerse en contra de Italia" y previó un adelanto electoral. "Nosotros hemos hecho todo lo posible para evitarlo y apoyar al Gobierno de Draghi. Los italianos demostrarán en las urnas que son más sabios que sus representantes", escribió en Twitter.
Una crisis que arrancó tras el rechazo del Movimiento 5 Estrellas
La crisis en su Gobierno, que debería acabar la legislatura en marzo de 2023, se desató en su coalición después de que el M5S no votara una moción de confianza, desmarcándose del resto de sus socios, lo que empujó a Draghi a dimitir. Sin embargo, Mattarella, rechazó su renuncia y le emplazó a buscar una solución en el Parlamento, lo que ha empezado hoy, pero esta misión se ha complicado enormemente por el enfrentamiento entre la derecha y el M5S.
Y es que la derecha de Berlusconi y Salvini tendía la mano al primer ministro para seguir en la coalición con la condición de que se excluyera al M5S, algo a lo que Draghi no está dispuesto, pues aspiraba a conservar la misma coalición para agotar la legislatura, en marzo de 2023. Es decir, el deseo de Draghi es recoser la coalición tal y como era al comienzo de su experiencia en el Gobierno, y la derecha se niega.
Si Draghi formaliza finalmente su dimisión, el jefe del Estado podría encargarle buscar otra mayoría parlamentaria para agotar la legislatura, otorgar esa misión a otra figura técnica, o política, o convocar elecciones anticipadas. Una opción, esta última, especialmente exigida por la ultra Meloni, sola en la oposición y primera fuerza del país según la mayoría de las encuestas y que Berlusconi y Salvini, socios suyos en los últimos comicios, ven con buenos ojos.
El primer ministro, sentado con semblante serio en el Senado, puede contar con el apoyo de otras formaciones como el Partido Demócrata (PD, centroizquierda), Libres e Iguales (LeU, izquierda), la Italia Viva de Matteo Renzi (IV, centro) y Juntos por el Futuro, la última escisión del M5S, además de otros grupúsculos. Por el contrario, le aseguraron el "no" los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni y otra escisión del M5S, Alternativa.
El interrogante es si Draghi se conformará con mantener una mayoría en el Parlamento o si, al perder la coalición de unidad nacional, decidirá consumar definitivamente su dimisión ante el presidente Mattarella.
En los últimos días, sindicatos, patronales, numerosas asociaciones de toda índole e incluso la Iglesia católica habían animado a la continuidad de Draghi debido a la crisis económica, energética y social en curso.