El futuro de la energía

Madrid

El riesgo de un corte de suministro de gas ruso sigue encima de la mesa. A la espera de conocer los detalles sobre el plan de emergencia que prepara Europa, la Comisión ya ha planteado objetivos de reducción de consumo para los estados miembros desde este verano. De momento serán voluntarios, pero se convertirán en obligatorios si la situación lo requiere.

“Europa tiene que estar preparada para todo, aunque no necesariamente se va a producir el peor escenario. Confío en que Europa siga recibiendo gas suficiente, pero me parece natural, urgente y necesario que se pongan a punto los mecanismos de respuesta para hacer frente al escenario más ácido”, ha explicado en Hora 25 de los Negocios el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo.

Otro de los puntos fundamentales para hacer frente a las turbulencias que puedan venir en materia energética este otoño será la solidaridad de los estados. La Comisión les impone la obligación de abastecerse mutuamente y de forma solidaria. Es decir, si España tiene gas de sobra, tendrá que cederlo a aquellos miembros que lo necesiten.

“Por tubo y por barco, España puede aportar a Europa hasta un total de 13.000 millones de metros cúbicos de gas al año. Una cantidad muy importante”, explica Gonzalo.

Además, desde Enagás lanzan un mensaje de calma: “Tenemos una infraestructura, una capacidad de traer gas y un nivel de llenado que nos hace estar tranquilos. España está tranquila. El gas que recibimos de Argelia está cubierto por contratos de largo plazo. El país jamás ha dejado de cumplir sus compromisos”, apuntan desde Enagás.

El impacto económico de un corte total

A días de que se restablezca -o no- el suministro a través del gasoducto Nord Stream 1 que conecta Rusia directamente con Alemania, el Fondo Monetario Internacional ha puesto cifras al hipotético descalabro económico que supondría un cierre total del grifo del gas. Según el organismo, los países del centro y del este de Europa serían los más afectados: las economías de Hungría, Eslovaquia y República Checa caerían casi un 6%; e Italia y Alemania serán también dos de las grandes golpeadas.

La economía española, prevé el FMI, se contraería menos de un 1% dada su posición estratégica respecto al gas, aunque golpeada por su integración dentro de la UE. Sobre el papel de España ante un corte total, desde Enagás insisten en que “España no debería de ganar ni perder, se trata de ponerse a disposición", concluye Gonzalo.