Laura Mañá: "Ojalá que todos aprendamos a querernos un poquito más porque solamente si cuidamos nuestra autoestima podremos compartirla con los demás"
'Un novio para mi mujer' es la nueva película de Laura Mañá, directora de obras como 'Te quiero, imbecil' y 'Clara Campoamor, la mujer olvidada'. Una comedia de situación amable y vitalista protagonizada por Belén Cuesta, Hugo Silva y Diego Martín. Tres personajes que viven sus horas más bajas, inmersos en una rutina agotadora y quienes lucharán por recuperar su autoestima.

Fotograma de la película 'Un novio para mi mujer' / Hugo Silva y Belén Cuesta / Universal Pictures / @AndreaResmini

MADRID
'Un novio para mi mujer' es la adaptación de la comedia argentina, de mismo nombre, del director Juan Taratuto estrenada en 2008. Mañá encontró este proyecto y le encantó la premisa. "Fue una comedia de mucho éxito en su momento y, a partir de ahí, dijimos: Vamos a actualizarla, reescribirla y llevarla a nuestro terreno", cuenta la directora. Elaboraron un nuevo guión y nació la comedia que se estrena en la gran pantalla. La película refleja a tres personas muy diferentes pero que tienen una cosa en común: han perdido la ilusión. La rutina y un tiempo poco esperanzador ha provocado que abandonen sus metas y dejen de soñar con los ideales que un día pensaron que podrían alcanzar. Así habla de los personajes Mañá: "Lucía es una periodista que no se calla nada y que dejó de ejercer. Ya no sale de casa y está absolutamente deprimida. Su marido, que soñaba con ser fotógrafo y al final acaba heredando la tienda de fotografía de su padre y, por último, tenemos al Cuervo, un hombre que era el gran seductor hasta que dejó de serlo cuando se enamoró y ahora vive en un barco medio hundido". Todos ellos, envueltos en la desolación y, a través de un plan estúpido, consiguen salir a flote y, sobre todo, ser la mejor versión de sí mismos.
Hugo Silva como 'El Cuervo' y Diego Martín como 'Diego' recuerdan su paso por el rodaje y la experiencia de hacer esta comedia juntos en Barcelona. "A mi me gustaba mucho la figura de seductor venido a menos. Incluso me atrevo a decir que esta figura, hoy en día, está venida a menos. Me hacía mucha gracia", reconoce Silva. Quien afirma que es un personaje que anda un largo camino para llegar a ser quien es y, sobre todo, destaca los fallos que comete y de los que aprende para volver a encontrarse. Por el contrario, Diego Martín reconoce que su personaje debía de ser miedoso y con poca confianza en sí mismo. "Yo me quedo con lo pusilánime que es el personaje, competente y pasivo. Ese es el punto de partida con el que arranca la película y mantiene esta actitud hasta el final". Por último, el personaje de Lucía - Belén Cuesta - es sincera, sin filtros, aunque detrás de esa personalidad aparentemente fuerte, se esconde una persona muy sensible y emocional. "Yo creo que el espectador se va a identificar mucho con el personaje. Todos vivimos momentos en los que vas acumulando y acumulando y Lucía es como una fantasía, al estilo de un día de furia. Un día decides que ya no te callas nada más y que uno tiene que sacar las cosas por algún lado", reconoce Diego.

Fotograma de la película 'Un novio para mi mujer' / Diego Martín y Hugo Silva / Universal Pictures

Fotograma de la película 'Un novio para mi mujer' / Diego Martín y Hugo Silva / Universal Pictures
A pesar de ser una película en la que se respira mucho amor y desamor, más allá es una obra vitalista y optimista. En estos tiempos convulsos y algo inciertos, Mañá apuesta por no perder el tiempo, apostar por lo que uno realmente quiere y ser valiente en las decisiones que tomamos. "No voy a esperar a que pase el tiempo o esperar a tener toda la vida por delante para hacer algo. El día es hoy, por lo que si quieres hacer algo, hazlo. Ojalá que todos aprendamos a querernos un poquito más porque solamente con tener bien nuestra autoestima podremos compartirla con los demás. Si no estamos bien con nosotros mismos no podemos estar bien con nadie".
Mañá es una de las fundadoras de CIMA -Asociación de mujeres cineastas y de Medios Audiovisuales- junto con Chus Gutiérrez, Icíar Bollaín e Isabel Coixet entre muchas otras. CIMA lucha por que las mujeres estén presentes en la industria cinematográfica pero no solo desde los puestos en los que acostumbramos a verlas, sino ocupando puestos de responsabilidad. "Hacen falta más directoras de fotografía, más compositoras de bandas sonoras, más productoras. Impulsamos la visibilidad de todas las mujeres. A nivel personal, sigo luchando por crear mujeres fuertes, independientes, libres que escojan con quien quieren estar o si se quieren quedar solas. Que haya más protagonistas mujeres y de todas las edades. He hecho algunas películas de figuras históricas que la gente ha olvidado por el hecho de ser mujeres como Clara Campoamor, Concepción Arenal o Federica Montseny", dice Laura, y añade, "Las mujeres han cambiado y me gustaría que las chicas jóvenes tengan otro tipo de referentes a los que acostumbramos a ver en el cine".
La directora ha querido hacer una comedia de situación y dejar de lado los gags recurrentes en las comedias. Apuesta por diálogos divertidos, haciendo alusión a ciertas situaciones con las que el espectador puede sentirse identificado y empatizar con el camino que recorren los personajes, convirtiéndose en figuras muy próximas. "No son estos personajes de comedia que les ves y dices: ¿De dónde ha salido esta persona? Creo que es un tema muy actual y que también aborda la crisis de los 30", afirma la directora. La comedia es un género que suele funcionar en la cartelera española y así lo reconoce este elenco. "Nos gusta contar historias desde la comicidad. Es natural, nuestro. Nos reímos de lo que nos pasa, por eso suele funcionar. Realmente, día a día, contamos incluso las penas y las cosas traumáticas que nos pasan e intentamos reírnos de ellas, creo que es una buena fórmula", reconoce Hugo. "Sí, muy español, -ríen- y más en estos tiempos un tanto extraños que estamos viviendo, es verdad que la comedia es el camino más natural para intentar desahogar de alguna manera esta especie de nube negra que llevamos encima. Aunque bueno, hoy con los graditos que hace …", bromea Diego. El calor es una nube negra.




