Neuroderechos: los límites a la invasión de nuestro cerebro
Chile es el primer país en aprobar nuevas leyes frente a los riesgos de la neurotecnología, como la intromisión en la intimidad mental
Sentido crítico | Neuroderechos: los límites a la invasión de nuestro cerebro
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Madrid
Hay países que estudian legislar los futuros riesgos que pueden traer los avances en neurotecnología. La nueva constitución de Chile, que acaba de redactarse y está pendiente de someterse a voto, es la primera del mundo en mencionarlos. Rafael Yuste, neurocientífico español y catedrático de la Universidad de Columbia, es uno de sus principales promotores y lleva impulsando durante años su regulación. Desde su posición conoce de cerca los resultados de numerosas investigaciones que muestran cómo la tecnología puede llegar a ser intrusiva y revelar información cerebral.
El cerebro es el órgano más complejo y desconocido y, al mismo tiempo, el que más interrogantes plantea. Para Judit Carrera, politóloga y directora del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, el cerebro "es el órgano que nos define como humanos". Y apunta que es lo que distingue a la inteligencia humana de otras inteligencias. "La memoria, la creatividad, el lenguaje o los sueños son rasgos propios de los seres humanos pero todavía se desconoce hasta qué punto las máquinas podrán ser creativas como la inteligencia humana", reflexiona Carrera.
De cara al futuro, la neurotecnología y la inteligencia artificial son dos de las apuestas más importantes de las grandes tecnológicas como Facebook (ahora Meta). Y también de gobiernos e instituciones como la Unión Europea. Por esta razón, Susana Martínez-Conde, neurocientífica y catedrática en la Universidad del Estado de Nueva York, indica que "es fundamental, a nivel ético y jurídico, que los neuroderechos sean legislados a priori". En el caso de la neurotecnología, la doctora Martínez-Conde subraya que "debe evitarse lo que ocurrió con las redes sociales, con las que hubo una falta de imaginación, en pensar cuáles serían sus consecuencias y el impacto social que podían tener".
No es ciencia ficción, es realidad
Al señalar los peligros para la privacidad mental a medida que avanza la tecnología cabe el riesgo de que parezca ciencia ficción. Pero no es una realidad lejana, según la doctora Martínez-Conde "hoy por hoy estamos dando datos a través de los movimientos oculares que revelan información de nuestro cerebro". De esta forma, indica la neurocientífica que con una cámara muy sofisticada se pueden descifrar aspectos "que no siempre se quiere que salgan de la esfera privada y, que se reflejan en los movimientos de los ojos, como la posibilidad de padecer alzhéimer o párkinson".
Los neuroderechos también intentan velar por la desigualdad que puede llegar en un mundo con personas con acceso a tecnologías que mejoren las capacidades humanas y amplíen las posibilidades que se conocen hasta hoy. Para Salvador Macip, médico y escritor, ocurrirá como con la vacuna contra la covid, que "recibieron primero los países ricos y más tarde los pobres". Macip concluye que "cuanto más disruptivo y mayor es el avance científico, mayor puede ser la brecha entre ricos y pobres".
Toni Cuart
Es productor y guionista de 'A vivir que son dos días' desde 2021. También produce Lo Normal Podcast....