'La sonrisa etrusca', la ternura del abuelo con toda la transparencia posible

José Luis Sampedro nació en Barcelona en 1917 y murió en 2013. Catedrático de estructura económica desde 1955, fue senador por designación real en la primera legislatura tras la restauración de la democracia en España, y compaginó la actividad docente con la de economista en el Banco Exterior. Escribió novelas, relatos, teatro y poesía, y fue una de las conciencias más lúcidas de su tiempo.

Es el autor de 'Octubre, octubre', 'El río que nos lleva', 'La vieja sirena' o 'Real sitio', entre otras obras. Ingresó en la Real Academia Española en 1990. En 2010 le fue entregada la Orden de las Artes y las Letras de España y en 2011 el Premio Nacional de las Letras en reconocimiento al conjunto de su obra.

El nacimiento de Miguel, su único nieto, inspiró 'La sonrisa etrusca', su obra más leída, publicada en 1985. Es una novela tierna, divertida y emocionante, con unos personajes que crecen y que evolucionan hasta hacerse inolvidables.

Escribe Ángeles Caso: "José Luis Sampedro nos muestra en esta novela su profundo conocimiento del ser humano, su envidiable inclinación hacia la ternura y la serenidad. Nos devuelve lo que de verdad, quiero creer, importa: el amor, la entrega, la pasión, y la muerte, el dolor, el sufrimiento. Nos regala por medio de su vibrante fortaleza su comprensión de nuestra debilidad, de la soledad inmensa que nos espera al final del camino. Pero también comparte con nosotros la felicidad que solo espíritus generosos como el suyo pueden irradiar por encima de las miserias cotidianas".

"Toda la ternura posible con toda la transparencia posible"

Como cuenta Pedro Sorela en una entrevista con el autor para El País, José Luis Sampedro se conmueve cuando se le dice que su nuevo libro, 'La sonrisa etrusca', parece escrito con vocación de sencillez y fuerza. "Escribo con una pasión enorme", dice José Luis Sampedro, "la pasión de expresarme". Cuando en 1983 Sampedro eligió entre sus múltiples ideas la de contar la historia de un viejo campesino calabrés que viaja a Milán para que un médico le confirme lo que intuye. El ahogo que la ciudad produce en ese hombre libre quedará compensado por el descubrimiento de su nieto, Bruno, que inspira los fragmentos más cristalinos de un relato ya de por sí transparente como fue el propósito.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Como señala Pedro Sorela, José Luis Sampedro quiso escribir algo como 'La historia de la Orden de San Jerónimo', de José de Sigüenza, de la que oyó hablar en páginas de Miguel de Unamuno. Ahí aparece un manantial que el escritor retuvo en la memoria durante 40 años y que le ha guiado para el tono del libro. "No hay trucos literarios. Está escrito con la máxima sencillez que he podido alcanzar. A lo que juego es a que haya toda la ternura posible con toda la transparencia posible".

"Hay muchas historias en la novela", reconoce José Luis Sampedro, "pero en la vida siempre hay muchas historias". Todas ellas tienen un precedente en la vida real. La pasión por la naturaleza, representada en ese viejo anarquista que Sampedro retrata cálidamente viene de aquel año que pasó cuando tenía 9 o 10 en casa de su tío el médico en un pueblecito de Soria, y de la guerra de España; mejor dicho, de sus recorridos por los campos, soldado sucesivo en los dos ejércitos enfrentados y de su contacto con sus colegas campesinos. José Luis Sampedro reconoce que el niño es su nieto, Miguel, de cuatro años, con quien va a jugar muchas tardes y reconoce que los pasajes que al niño atañen son verdaderos como pocos.