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Ciencia y tecnología

Cómo proteger y cuidar los mares y océanos con el protector solar adecuado

Estudios recientes revelan la prejudicialidad de algunos componentes de los protectores solares en los océanos, dañando la fauna y flora marinas

Protectores solares que debes usar para evitar un impacto negativo en el mar

A pesar de que son necesarias para evitar el cáncer de piel, algunas cremas solares pueden ser altamente contaminantes si llegan a entrar en contacto con los océanos, por lo que los expertos aconsejan en aumentar la investigación y fijarse en el etiquetado del envase del protector para comprar aquellas que sean ocean friendly.

Las cremas de protección solar están compuestas entre un 10% y un 25% por filtros UV que nos protegen de los rayos del sol: los filtros químicos u orgánicos y los filtros físicos o inorgánicos. Araceli Rodríguez Romeo es investigadora postdoctoral de la Universidad de Cádiz y experta en Ecotoxicología y Evolución Marina y explica que, "al igual que ocurre con el resto de productos cosméticos, la mayoría de cremas solares son un cóctel químico". Entre estos dos tipos de filtros (los químicos y los físicos), aunque ambos son perjudiciales desde un punto de vista medioambiental, los químicos han sido más estudiados y se conocen más efectos nocivos para los ecosistemas marinos: los filtros químicos. Así, las cremas son denominados productos Contaminantes Emergentes, es decir, sustancias químicas sintéticas que no están monitoreadas en el medio acuático porque no existe una normativa que los regule.

La doctora Natalia Sánchez Neila, dermatóloga del Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera explica que la razón por la que se suelen utilizar en mayor medida los filtros químicos en lugar de los físicos porque son cosméticamente mucho más aceptables. "Se extienden mejor, los filtros físicos, sin embargo, dejan más sensación de cara blanca, aunque es cierto que se ha avanzado y se sigue avanzando en la aplicación de los filtros físicos para que apenas tengan diferencia respecto a los químicos a la hora de aplicarlos a la piel"

Araceli explica que una vez nos hemos aplicado la crema y hemos entrado en el agua para bañarnos o practicar algún deporte, "el 25% de ésta se libera", según estudios en los que ha basado su afirmación. Con esta crema se liberan la multitud de ingredientes que la componen y causan diferentes efectos nocivos en el mar y en los organismos que lo habitan: inhibición de crecimiento de algunos animales, cambios en el comportamiento de algunas especies marinas, blanqueamiento del coral, malformaciones larvarias en erizos. Además, insiste en otros efectos aun desconocidos, que son consecuencia de la liberación de metales, también pertenecientes a la mezcla de químicos de la crema.

Todavía no existe una normativa europea ni nacional que regule la venta de las cremas con filtros químicos y protegernos la piel de los rayos solares es indiscutible, por lo que ante la venta de protectores solares, debemos fijarnos en aquellas que no contengan componentes químicos, como el octocrileno, oxibenzona, octinoxato y homosolato; y en su lugar utilizar los productos calificados como "ecológicos" en lugar de los convencionales. La dermatóloga Natalia Sánchez Neila aconseja especial atención en que estos químicos no se encuentren presentes dentro del conjunto de ingredientes, así como el uso de diferentes protectores solares más allá de la crema, como, por ejemplo "la ropa o la fotoprotección oral, que son compuestos que llevan antioxidantes y que se han desarrollado desde hace pocos años hasta la fecha".