La Biblioteca de las Cosas, el lugar donde no se alquilan libros, sino objetos: "El taladro es el objeto con más éxito"
Eli Miralles, una de las impulsoras de este proyecto pionero en España, se asoma a La Ventana para contarnos en qué consiste esta peculiar biblioteca sin libros, pero con cosas
La Biblioteca de las Cosas, el lugar donde no se alquilan libros, sino objetos: "El taladro es el objeto con más éxito"
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Madrid
¿Quién no ha comprado nunca un taladro para poner solo un cuadro? ¿Quién no ha querido pedir prestados unos esquís para ir a la nieve en invierno? ¿Quién no ha tirado un pantalón porque no tenía una máquina de coser en su hogar? En el mundo en el que vivimos, nuestras necesidades son ilimitadas y cada vez queremos más y más objetos; en cambio, nuestros recursos son limitados y, o no tenemos dinero para comprarlo, o no disponemos de suficiente espacio en nuestro domicilio para guardarlo. Con este pensamiento, un grupo de vecinos del barrio barcelonés de Sant Martí creó 'La Biblioteca de las Coses', un lugar en el que se prestan objetos en vez de libros.
Eli Miralles, una de las responsables de este proyecto, nos cuenta que los vecinos y vecinas del barrio de Sant Martí estaban muy interesados y que, por ello, esta biblioteca de objetos se convirtió en la primera en España en abrir sus puertas: "Trabajando por la cultura de la sostenibilidad, nos dimos cuenta de que no existía ninguna en el Estado español, decidimos hacer un plan de prospectiva para ver el interés, y el interés del vecindario fue tan grande que se animaron y entre todos impulsamos esta Biblioteca de les Coses".
El objetivo es "garantizar la accesibilidad a cualquier ciudadano"
Este proyecto, como nos confiesa Eli Miralles, es de origen anglosajón y se conoce como 'objetoteca', ya que es un espacio en el que no se alquilan libros, sino objetos, colocados en varias estanterías: "se dividen en instrumentos de bricolaje, utensilios para la limpieza del hogar, objetos para la crianza y curas, y artículos de ocio". Así, en esta Biblioteca de las Cosas podemos encontrarnos taladros, aspiradoras, sillas de ruedas, cunas de viaje, máquinas de coser, o aletas de submarinismo, entre otras cientos de cosas. Y sí, como nos afirma una de sus impulsoras, "el taladro es el objeto con más éxito" y "un altavoz portátil es el objeto más caro porque es de primera mano".
Eli Miralles explica que esta objetoteca está hecha para todos aquellos instrumentos que no siempre se tienen a mano y que "está abierta a cualquier ciudadano que quiera venir aquí". Además, como nos detalla, el objetivo de esta biblioteca es "garantizar la accesibilidad a cualquier persona fuera cual fuera su capacidad económica" y, por tanto, no se requiere ninguna cuota de entrada. "Puedes ser usuario, y solo pagar el alquiler del objeto, pero también puedes ser amigo o superamigo, en el que avanzas un poco de dinero por tus préstamos futuros".
En esta objetoteca "no hay morosos" y "la gente es más responsable que nunca"
Pese a lo que la gente pueda pensar, Eli Miralles nos confirma que "no hay mororos" y que "nadie no ha devuelto un objeto que había cogido prestado". De hecho, nos relata que "la gente es más responsable que nunca porque hay un compromiso: es de todos y todos vamos a responder muy bien". Además, nos cuenta en La Ventana que, si bien en algunas ocasiones hay que llamar la atención "a quién devuelve la aspiradora con más polvo del que debiera", el desgaste de los objetos no es por falta de responsabilidad, sino por el desgaste de su uso. Y sí, esta Biblioteca de las Cosas es ya un referente para múltiples proyectos de economía circular en nuestro país.