Las redes sociales acercan el fin del topless

Madrid

La presión social por tener un cuerpo normativo es una de las principales causas del malestar generalizado entre la población española con su aspecto físico y también de un cambio de tendencia generacional y de pensamiento acerca de una práctica generalizada en los años 80, pero que ahora se encuentra en retroceso: el topless.

Este fenómeno no solo ocurre en España, en Francia, según un estudio del Instituto Nacional de Estadística Francés (IFOP), solo el 19% de las francesas hacía topless en 2021 frente al 34% que lo hacía hace doce años. Un reportaje de Raquel Peláez, "Me cansé de señores mirando como si no hubiese más pechos en el mundo: Así es hoy la batalla del topless en España", recopila diferentes testimonios de mujeres que confirman este cambio de tendencia.

Ismael Rodrigo, presidente de la Federación Española de Naturismo, asegura que "cada vez las mujeres que hacen topless son mujeres de más edad, por el único motivo de que lo vienen haciendo desde hace veinte o treinta años". Nuestras compañeras Cristina Del Casar y Paula García han contado su experiencia como parte de una generación que está comenzando a autocensurarse por el miedo a una mala actuación por parte de un pequeño porcentaje de la sociedad. Cristina no lo ha visto nunca en sus personas cercanas y por vergüenza a exponerse no hace topless y, por su parte, Paula cuenta que le causa inseguridad su pecho, las miradas y tiene una paranoia de que alguien le haga una foto y acabe en alguna página indeseada.

Nuestros oyentes han participado contándonos sus experiencias y, por ejemplo, Carmen, una oyente de Valencia de 69 años, hace topless desde hace diez años y asegura que lo hace con total libertad, sin vergüenza y que le aporta un gran disfrute. Olga tiene 53 años y hace topless desde los 15, explica que su hijo de 15 años se avergüenza y que este cambio de tendencia "es una aberración formativa y cultural". Otro oyente, Álvaro, de 28 años, confiesa que su novia nunca había hecho topless anteriormente porque a su anterior pareja le molestaba y lo entendía como "un motivo innecesario de exhibición", pero que ahora lo hace libremente y que él lo entiende como una simple forma de comodidad para su novia.

Según explica Ismael Rodrigo, en nombre de la Federación Española de Naturismo, "lo que hay que intentar es que a las mujeres no les importe demasiado que les hagan una foto o un vídeo, sino normalizar los pechos masculinos y los femeninos", pero la periodista Lucía Mbomio sostiene que "es complicado porque las redes sociales son capaces de lo mejor, pero también de lo peor". El futuro del topless no está claro, pero lo que sí está claro es que el algoritmo de las redes sociales es el principal responsable de que esta práctica tan extendida en Europa a partir de 1960 esté dejando de serlo.

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