¿Vulneran la intimidad las cámaras contra la somnolencia al volante?: "No es lo mismo el parpadeo que el iris o la voz, son datos biométricos únicos"

Madrid

A partir de 2024 cualquier coche nuevo que circule por las carreteras comunitarias debe incluir un copiloto. Desde el pasado 6 de julio, la Unión Europea exige que los fabricantes incluyan nueve sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS). El objetivo es disminuir los accidentes provocados por la fatiga y la somnolencia; entre el 10% y 25% del total de siniestros, según datos de la Comisión Europea.

Entre las exigencias técnicas se incluyen los sistemas de rastreo ocular o el análisis de pestañeo. Estos datos, fruto de la tecnología de reconocimiento facial, se tomarán gracias a distintas cámaras instaladas en puntos estratégicos del vehículo. La tecnología es un aliado eficaz para la seguridad vial, pero esta innovación ha abierto el debate. ¿Hasta qué punto se vulnera el derecho a la intimidad?

"A todos nos pone nerviosos que haya una cámara delante", apunta Mónica Villas. La coautora del libro ‘Manual de Ética Aplicada en Inteligencia Artificial’ añade que se debe diferenciar qué datos toma esa cámara. "No es lo mismo el parpadeo que el iris o la voz, son datos biométricos únicos".

Para la también asesora de tecnología, son "innovaciones que vamos y tenemos que ir integrando", ya que "será la manera de comprobar que el autor vuelve a tener el control". Sobre la pérdida de autonomía humana en favor del vehículo, Villas apunta que se debe distinguir entre las decisiones "autónomas y semiautónomas". "Probablemente serán sistemas que mantendrán la decisión humana", explica.

El exceso de velocidad

Por su parte, el Director del Área de Prevención y Seguridad Vial de MAPFRE considera que "la Unión Europea se pone a la vanguardia de la seguridad con esta innovación". Jesús Monclús explica que ya se ha activado una primera fase, que "utiliza los sensores del volante" para detectar los síntomas. "Luego se implementarán las cámaras que se centrará en acciones como la velocidad del parpadeo o la mirada", comenta.

Pero, el exceso de velocidad sigue siendo el reto principal, ya que, junto al alcohol y las drogas, es la principal causa de accidente. Según Monclús, es una cuestión "social". "En Alemania se puede circular sin limitación en determinados tramos, pero esta reglamentación considera el exceso de velocidad". Este "peligro" se controlará mediante un sistema que "lee la información de navegación de vehículo y las señales de tráfico, permite que el coche acelere o se vaya frenando", culmina.