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Más preparados, peor pagados y con menos posibilidades: las cifras que asfixian a la juventud en España

El porcentaje de jóvenes con educación superior terciaria en nuestro país supera en casi 6 puntos la media europea, pero lideran la tasa de paro y sus salarios son un 13% más bajos

Las cifras de la juventud en España

Madrid

"No es fácil ser joven", se suele escuchar. Pero menos en España. Las estadísticas oficiales revelan que la situación de los jóvenes ha empeorado en la última década en nuestro país: la precariedad en el mercado laboral, que se ceba especialmente entre los que tienen 16 y 29 años, termina lapidando cualquier proyección de vida y baña de incertidumbre el futuro de estas generaciones. Repasamos algunas cifras de la juventud en nuestro país.

Formación y empleo

Uno de los indicadores clave del mercado laboral es la tasa de paro. Es decir, el porcentaje de personas que buscan empleo activamente, pero no lo encuentran. En el caso de España, la tasa de paro juvenil se situó el último trimestre de 2021 en el 28,5%, según el INE, duplicando la media de la Unión Europea de los 27, que se sitúa en el 13,6%.

Otro de los obstáculos a los que se enfrentan los jóvenes cuando encuentran un puesto de trabajo es la calidad del empleo: este grupo concentra las peores condiciones del mercado de trabajo por franjas de edad.

Todavía sin los efectos de la entrada en vigor de la Reforma Laboral, casi uno de cada dos jóvenes trabajadores -el 55,4%- tenían un contrato temporal al cierre de 2021 y el de uno de cada cuatro -el 25,4%- era parcial. La parcialidad puede ser voluntaria y, por tanto, no tiene por qué ser negativa: el problema es que la mitad -el 50,2%- la sufre, no la busca.

La radiografía del mercado laboral no va en sintonía, sin embargo, con una peor formación de los jóvenes españoles. El 26,1% de ellos tiene estudios superiores de 'nivel terciario' ('Tertiary education', según Eurostat), frente al 20,5% en el que se sitúa la media de la UE-27.

El problema, dicen los expertos, reside en el perfil de oferta y demanda de oferta de trabajo en nuestro país que, por su componente estructural, no casa. Un dato ilustrativo sobre esta problemática es que casi seis de cada diez trabajadores jóvenes están formados para ocupar puestos de mayor cualificación. Según recoge el Consejo de la Juventud en España, el 41,8% de los jovenes trabajadores en España están sobrecualificados.

Sueldos más bajos que en la UE

Según el INE, el salario medio bruto mensual de los jovenes entre 16 y 24 años se sitió en 2020 en los 1.207 euros brutos mensuales. La radiografía de Eurostat permite hacer una comparativa con nuestros socios comunitarios. Si un joven español cobró, de media, 16.187 euros netos en 2020; el trabajador medio europeo ingresó en esos mismos 12 meses 18.655 euros, un 13,2% más.

Un joven español, además, tendría que trabajar 19 meses y medio para ganar lo mismo que uno alemán en un año: en ese país el sueldo medio de los jóvenes entre 16 y 24 años se sitúa en los 26.408 euros.

Vivienda y emancipación

Buscar y encontrar piso también es un laberinto para las jóvenes, fundamentalmente, porque no pueden pagarlo.

Así que, por ejemplo, la radiografía es complicada en la edad de emancipación. España supera en tres años la media de la UE. En nuestro país, solo el 15,8% de los jóvenes de entre 16 y 29 años están emancipados. No sorpende esta brecha, por ejemplo, si observamos el porcentaje de sueldo que deben dedicar los jóvenes para acceder a una vivienda:

  • Si quieren alquilar un piso solos, deben dedicar de media un 79,2% de su sueldo mensual a pagar su alquiler, según el CJE. Si lo comparten -lo que se ve obligado a hacer la mayoría-, el porcentaje se sitúa en un 25%.
  • Pocos se plantean la compra: deben dedicar casi 4 veces (3,8) veces su salario neto anual para poder pagar la entrada de una hipoteca, también según datos de CJE.

La traducción de la precariedad y la inseguridad juvenil se refleja directamente en otros indicadores. Por ejemplo, el de la maternidad o las tasas de pobreza y exclusión social. La maternidad se sigue retrasando: las mujeres españolas tienen su primer hijo, de media, a los 33 años, casi 2 más que hace dos décadas y cuatro años por encima de la media de la UE.

Además, casi 3 de cada 10 jovenes de entre 16 y 29 años en España -el 31% de los hombres y 29% de las mujeres- sufren problemas de pobreza y exclusión social. El porcentaje ha escalado 10 puntos desde 2008.