Radiografía de la ciencia en España: "Queremos que nuestras investigaciones no dependan de quién viva en la Moncloa"

Madrid

Lluis Montoliu es investigador del CSIC y del CIBER de Enfermedades Raras en el Centro Nacional de Biotecnología. Cuenta que llegar al diagnóstico de una enfermedad rara en España puede llevar 5 años. Vanessa Nozal, presidenta de la Federación de Jóvenes Investigadores, investiga en el CSIC sobre fármacos para la ELA, un tipo de proceso que suele ocupar entre 10 y 20 años. Ambos científicos destacan la dificultad para llevar a cabo sus estudios teniendo en cuenta que los plazos de la inversión no siempre coinciden con los de la ciencia: "Queremos que lo que hagamos no dependa de quién viva en la Moncloa, una apuesta por la ciencia a largo plazo. No sé qué voy a estar haciendo dentro de 2 años, depende de la inversión que consiga", critica Lluis Montoliu.

El pasado mes de julio, el Senado aprobó la ley de Ciencia pero deberá regresar al Congreso porque se ha incorporado una enmienda del PP. La norma pretende duplicar la inversión pública en investigación en una década, para llegar al 2%, la media de la Unión Europea, y transformar contratos temporales en indefinidos. El Ejecutivo espera que se puedan contratar 12.000 nuevos investigadores en tres años. "Este Gobierno tiene una voluntad que nosotros apreciamos pero no sabemos qué va a venir después, necesitamos una seguridad", señala Vanessa Nozal que, como sus compañeros, reclama unos mínimos comunes que no cambien con el tiempo. Lluis reconoce que "la ciencia es cara" pero cree que debemos "grabarnos a fuego" que "los países ricos lo son porque invierten en ciencia, no invierten en ciencia porque son ricos".

La necesidad de salir y la dificultad de volver

Vanessa ve "absolutamente imprescindible salir" pero lamenta que sea la única opción para prosperar en la investigación. "He visto a compañeros a los que les ha penalizado no haber salido, se les ha cuestionado". Félix Martínez terminó la tesis hace un año en España y se fue a trabajar como investigador posdoctoral en el Instituto Max Planck de Fisiología Molecular Vegetal, en Alemania, y pronto se dio cuenta de que allí las condiciones son mucho mejores: "Estamos compitiendo con nuestros colegas europeos en peores condiciones. Allí gano casi 3.000 euros al mes y en España, alguien de mi categoría puede estar cobrando 1.400-1.500".

Félix tiene claro que el investigador que decide regresar a España lo hace por la familia y los amigos, pero no por el trabajo: "Es muy difícil que vaya a tener la misma repercusión que en Alemania y no solo en lo salarial, las repercusiones de los proyectos son muy diferentes, la financiación allí es casi el doble". "No somos ni mas listos ni más tontos que nuestros colegas europeos pero estamos trabajando con una mano atada", sentencia el científico del CSIC Lluis Montoliu.