Tu familia se puede convertir en tu peor pesadilla
No siempre tu familia será lo mejor del mundo, en algunos casos puede llegar a ser tu peor enemigo
La condición humana | Tu peor enemigo podría ser tu familia
MADRID
Las buenas familias no siempre te pueden tocar en la lotería de la vida, y las pobres personas que tienen que sufrir a una mala familia no lo tienen fácil a la hora de vivir su vida. Uno de estos ejemplos es el del dictador supremo de la antigua URSS, Iosif Stalin y de la tormentosa relación que tenia con su madre, Keke. Esta relación no se puede decir que fuera normal, ya que la madre quería que su hijo fuera cura o incluso obispo, pero este no tenia lo mismo en mente. Él quería tener poder y sin duda lo tuvo, cosa que a su madre no le gusto en absoluto y por ese motivo no se vieron en 20 años y cuando finalmente se vieron, la cosa no salió bien. Stalin se enfado y no volvió a ver a su madre nunca más.
Pero esa no es la única historia de relaciones familiares tormentosas, porque otra familia que también tiene una un historial familiar digna de una película de terror son los Kennedy, una de las familias más famosas de la historia. En concreto la protagonista es el miembro más desconocido del clan. Se trata de Rosemary, la tercera de los nueve hijos que tuvo el matrimonio formado por Joseph Kennedy y Rose Fitzgerald. Todas las familias tienen secretos y los Kennedy, a pesar de que vivieron constantemente bajo la mirada pública, no iban a ser menos.
Rosemary tuvo que sufrir el desprecio del patriarca de los Kennedy , el cual se ocupó de esconderla de la vida pública, la mantuvieron encerrada, primero en un internado y después en un convento y no tuvo trato con nadie ajeno a unas pocas monjas. Pero esto no es todo, ya he dicho que esta historia es digna de una película de terror y lo peor estaba por llegar a la pobre Rosemary.
En 1941 su padre la secuestró y la sometió a una lobotomía, operación que en su época estaba sin desarrollar y que le dejó secuelas irreparables con la que quedó reducida al estado mental de una niña de dos años. Después de esto Joseph Kennedy la volvió a encerrar, esta vez en una casa de Wisconsin, lejos del resto de su familia, y le dijo al mundo que Rosemary era una persona solitaria y que prefería vivir lejos de los focos. Allí pasaría Rosemary el resto de su vida. Y, por tanto, desde allí asistiría al auge y caída de los Kennedy: la presidencia y asesinato de JFK, el asesinato de Robert, la muerte en la guerra de Joe, la muerte en un accidente de avión de Kathleen y también la embolia que sufrió su padre y que le dejó en estado vegetal.