De la factoría de coches al bar: los trabajos que salvaron a los cantantes de las orquestas de los pueblos
Vuelven las orquestas dos años después: todos los pueblos las quieren, pero un 15% de ellas ha tenido que echar el cierre
San Llorente del Páramo (Palencia)
Este fin de semana es el fin de semana de las fiestas en nuestro país. Y en muchos pueblos las protagonizan las orquestas, un sector que lo ha pasado mal. Este 2022 es el primer año que vuelven a trabajar de forma completamente normal, aunque la pandemia ha pasado factura: "Muchos músicos, muchos técnicos, muchos del equipo de montaje han tenido que buscar otros trabajos en otros sectores", señala Chema Cantón, presidente de la Coordinadora Estatal de Verbenas y Espectáculos.
Ellos cifran en un 15% las orquestas que han cerrado y en un 40% los profesionales que lo han dejado, que han encontrado otro trabajo más estable y no han vuelto a este, por lo que entra gente nueva: "Son montajes en ocasiones muy grandes y lo venían haciendo personal profesional y específico que ya no está en el sector. Así que corren unos riesgos. De hecho, ha habido ya varios accidentes de estructuras que se han caído", comentaba Cantón este viernes en declaraciones a la SER.
El Grupo Cañón es una de las orquestas que ha regresado al escenario con una renovación del 50% de sus componentes: "La verdad es que profesionalmente ha sido duro, porque dos años sin poder trabajar no hay sector que lo aguante", explica Diego, vocalista del grupo. "Nos hemos sentido un poquitín abandonados en ese sentido por la opinión pública. Nadie se preocupaba en la desescalada de las fiestas, de la música, del espectáculo", denuncia Diego.
Lo que ha cambiado es la gente que forma Cañón. Algunos buscaron otros trabajos durante la pandemia y se quedaron por la estabilidad. Otros, como Tibi, se quedaron: "Con más ganas que nunca y la gente respondiendo a tope. Y ahora, pues como siempre: tocando por ahí".
Alternativas en la pandemia
Edu también es veterano y estos últimos dos años ha trabajado en un bar: "No queda otra. Pero bueno, gracias a Dios al final nos empezaron a dejar trabajar". También busco trabajo Diego Plá, que es nuevo: "Estaba trabajando en Renault, que es cuando hacen el parón, cuando tienen las vacaciones. Estábamos montando en líneas de robots" y recordaba así cómo fue su 15 de agosto del año pasado "pasando calor".
También Jeziel, el batería que trabajó en una empresa de envasado de salmón: "Muchos de mis compañeros estuvieron trabajando en paquetería". Noemí también es nueva, ella llegó a plantearse dedicarse a otra cosa, pero al final ha decidido quedarse: "Cuando esto llegó nos dimos cuenta de que en una pandemia no tenemos derecho a nada: ni a ERTE, ni a paro, ni a nada. Entonces yo dije se acabó".
Y un reto este año ha sido ponerse al día con mucha gente nueva y menos tiempo para ensayar, aunque Saray dice que "en eso no ha habido problema, porque la verdad, los compañeros son supermajos y nos han acogido a los nuevos superbién". Ella subraya la importancia de la vocación y la pasión: "Te tiene que apasionar. Con que te guste no sirve. No sirve porque si no, no lo haces. Sí que es verdad que te pierdes muchas cosas: eventos familiares, cumpleaños...".
También le apasiona a Jorge, que está encantado con las nuevas incorporaciones del grupo que llegan "con muchas ganas, mucho esfuerzo, mucho trabajo y sobre todo con muy buen rollo y mucha ilusión". Él también buscó otro trabajo estos años: "en mi caso fue en SEUR y bueno, pues para qué te voy a contar... En general, dentro de lo que cabe, bien; pero es un trabajo que para nada se parece a esto".
Encima del escenario
Dyango es nuevo, pero estos años ha sido de los poquitos afortunados que pudo seguir subido a los escenarios: "Hicimos un espectáculo para la gente que estuviera sentadita". De hecho, guarda buen recuerdo del 2021, de actuar con la gente sentada: "La gente quería espectáculo, quería ver música. Seguíamos haciendo prácticamente lo mismo de antes, pero como que la gente tenía mejor respuesta".
Y después de todo lo malo: el regreso a los escenarios, a las masas. Edu es el que mejor lo describe: "Cuando después de dos años entré -era una plaza de toros portátil y el camión estaba dentro- nosotros entramos por una puerta y no se veía el camión. Según entras por la puerta y ves el camión montado... A mí se me caían las lágrimas".
Este miércoles el Matinal de la SER visitó San Llorente del Páramo, para presenciar una actuación del Grupo Cañón pasada por agua y con la seguridad como pilar fundamental. Puedes escucharlo aquí:
El grupo Cañón vuelve a recorrer España: un 15% de las orquestas han cerrado tras la pandemia
06:29
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Julio Guerra
Redactor del informativo 'Hora 14' de la SER. Colaborador de la 'Unidad de Vigilancia' de Isaías Lafuente,...