Madrid

Este jueves, 18 de agosto, se cumplen 86 años del asesinato del poeta Federico García Lorca, fue fusilado de madrugada en el barranco de Viznar en su Granada natal por "socialista, masón y homosexual". La dictadura franquista nunca llegó a reconocer públicamente su implicación en el asesinato del poeta, a pesar de que hay documentos que demuestran que el bando nacional tenía en el punto de mira por sus creencias políticas al poeta.

Lorca se ha convertido en un icono ante los prejuicios, tanto por su homosexualidad como por sus ideas políticas y por ello hay tanta música, libros y merchandising ligado al poeta. Según Ricardo Cavolo, ilustrador de 'Romancero gitano' de la editorial Lunwerg, "la Generación Millennial y la Generación Z son unas generaciones muy emocionales y sensibles, por eso el trabajo de Lorca entra de lleno y conecta con ellas".

Ricardo reconoce que a él siempre le ha encantado Lorca, pero el proyecto de ilustrar 'Romancero gitano' nació con una oferta de una editorial y acabó publicándose en 2020. "Las metáforas tan visuales que usaba Lorca me inspiraban para dibujar y desbloquearme", cuenta Ricardo. "El mundo de color fuerte me viene porque mi padre me puso delante de pequeño las obras del Beato de Liébana", explica Ricardo sobre la estética y la paleta de color de su estilo artístico. Además, reconoce que "me encantaría representar gráficamente una obra como Bernarda Alba o Yerma, pero es novela gráfica y no ilustrar simplemente, lo veo muy complicado".

La trascendencia de la figura y la obra de Lorca es indiscutible, al menos si hablamos de España, porque "hay una apuesta siempre por avanzar y lo que esto genera son mensajes icónicos que permanecen en la historia", pero a nivel internacional, según Ricardo "personajes como Dalí o como Picasso sí se reconocen desde cualquier punto del mundo, pero con Lorca no ocurre esto, todavía no está en el sitio que tiene que estar pero la dirección es buena".

Sangre en Granada

Casi treinta años después de la muerte del poeta andaluz, los documentos mecanografiados con fecha del 9 de julio de 1965 del libro Palabras del Caudillo contrastan el discurso sobre la muerte de Lorca que mantuvieron en el bando nacional y Francisco Franco hasta el final, según se recoge este libro: “Se ha hablado mucho en el extranjero de un escritor granadino; se ha hablado mucho, porque los rojos han agitado este nombre como un señuelo de propaganda. Lo cierto es que en los momentos primeros de la revolución en Granada, ese escritor murió mezclado con los revoltosos; son los accidentes naturales de la guerra”.

En un fragmento de uno de sus poemas "Fábula y rueda de tres amigos", publicado en Poeta en Nueva York, Federico García Lorca anticipó su propia muerte:

(Quiero dormir un rato, un rato, un minuto, un siglo,

pero que todos sepan que no he muerto.)

Cuando se hundieron las formas puras

bajo el cri cri de las margaritas,

comprendí que me habían asesinado.

Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias,

abrieron los toneles y los armarios,

destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro.

Ya no me encontraron.

No ¿No me encontraron?

No. No me encontraron.

Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba,

y que el mar recordó ¡de pronto!

los nombres de todos sus ahogados.

Lorca no fue el único que escribió sobre su muerte, también lo hizo Antonio Machado:

Se le vio, caminando entre fusiles,

por una calle larga,

salir al campo frío,

aún con estrellas de la madrugada.

Mataron a Federico

cuando la luz asomaba.

El pelotón de verdugos

no osó mirarle la cara.

Todos cerraron los ojos;

rezaron: ¡ni Dios te salva!

Muerto cayó Federico

—sangre en la frente y plomo en las entrañas—

... Que fue en Granada el crimen

sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.