La denuncia del periodismo medioambiental: "Es más fácil generar empatía con desgracias humanas que con la crisis climática"

Madrid

Hasta agosto de 2022, en España, se ha calcinado más terreno que en los cuatro últimos años juntos. Según datos del Gobierno, la superficie quemada ronda las 200.000 hectáreas, inferior a las 271.000 registradas por el sistema de observación europeo ‘Copernicus’. Con o sin variación en los registros, este año ya es el peor en materia de incendios desde que existen registros.

La sucesión continua de incendios es un síntoma de la salud medioambiental del planeta. También que el Ártico se caliente hasta cuatro veces más que el planeta, las crecidas, la sequía y ni qué decir de los efectos de la borrasca Filomena. El secretario general de la ONU, António Guterres, ya lo avisaba en abril: La humanidad “está muy lejos” de evitar un “desastre climático”.

Para lograr la neutralidad de carbono en 2050, los países deberán reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% antes de 2030. Mientras estas medidas supranacionales se plantean como utopías, hay quienes intentan aportar pequeños granos de arena. Uno de ellos es el fotoperiodista Santi Palacios, fundador de ‘Sonda Internacional’.

Este proyecto es un medio de comunicación, independiente y sin ánimo de lucro, especializado en periodismo audiovisual sobre crisis climática. El objetivo de Palacios no es otro que “hacer de nexo entre la ciencia y la audiencia para que puedan tener tiempo de informarse”. Esta intención cobra más sentido al abordar los incendios, según el sociólogo y periodista, que ha percibido cómo cada ciudadano tiene una opinión sobre este problema.

El primer proyecto de ‘Sonda Internacional’ saldrá en el mes de septiembre. Es un reportaje que recoge tres realidades a lo largo del globo. Por un lado, Nueva Delhi, la ciudad con la mayor contaminación ambiental del mundo. Por otro, Yakarta, que se corona como la metrópoli con el agua más contaminada y, para más inri, la que más rápido se hunde. Mientras que Manila vierte la mayor concentración de plásticos al mar

Su labor comunicativa depende, en exclusiva, de las donaciones. Por ello, en su página web, han lanzado una campaña de crowdfunding con la que intentarán financiar su segundo proyecto; un reportaje sobre los incendios en España. “El principal motivo por el que nos especializamos es porque en estos años de carrera creo que es más fácil generar empatía con desgracias humanas que con la crisis climática”, explica.

El fotoperiodismo, en segundo plano

Consciente de que una imagen vale más que mil palabras, también es un inconformista con la misión editorial de las fotografías informativas. “Mi batalla como fotoperiodista no es ser un acompañante de textos, sino contar historias”, detalla. Para Palacios “es muy difícil atraer atención a problemáticas internacionales”, aunque es optimista. “Lo vamos a conseguir a base de trabajo de calidad y de fondo que evoque emociones”, culmina