La invasión de Ucrania pone a prueba la fortaleza de Europa

Madrid

La guerra en Ucrania ha mostrado la unidad y la fortaleza de Europa. El viejo continente ha recuperado el papel estratégico en la seguridad global, devolviendo el papel preponderante de la OTAN, ha establecido nuevos conceptos defensivos y ha demostrado que las sanciones económicas contra Rusia, no tienen el efecto devastador que se auguraba

Esta invasión ha cambiado muchas cosas y no solo en Europa sino a nivel global. Primero, ha unido a los europeos en la toma de decisiones rápidas y contundentes. Segundo, y no por orden de importancia, ha afianzado el papel de la OTAN que estaba desdibujado con el liderazgo norteamericano y ha vuelto a ser un organismo con financiación, efectivos y material militar, operativo y disponible. Países como Suecia ha roto con su propia tradición de neutralidad ha pedido entrar en la OTAN y Finlandia que comparte 1.300 kilómetros de frontera con Rusia, también.

En Europa, no veíamos una guerra desde la de Bosnia, y esta a las puertas del sur del continente nos ha devuelto el foco. En Estados Unidos estaban centrados en China, y hemos tenido entre todos que pergeñar una estrategia de seguridad y defensa común.

El debate en Alemania ha dado un giro. El mejor amigo de Putin en Europa junto a Hungría, estaba a punto de abrir el North Strem 2 para recibir gas directamente de Rusia, y no solo lo paró sino que ha enviado armas a Ucrania, algo impensable hace unos meses. Pedro Sánchez, aunque tardó 7 días, también usando el mecanismo europeo, anunció el envío de armas y material militar, a pesar de la crisis que eso desató en la coalición de gobierno.

Ahora bien, estos cambios geopolíticos estratégicos nos han hecho ver que ha habido grandes errores de cálculo. Europa pensaba que las sanciones contra Rusia iban a tener un efecto devastador y lo cierto es que apenas hacen mella. Putin, llevaba desde la anexión de Crimea, preparándose para esto, y había firmado tratados de asociación preferencial con China, la India, Brasil entre otros, que ahora se frotan las manos al recibir el gas y el petróleo ruso en condiciones ventajosas.

Este conflicto también ha mostrado que todos estamos interconectados. Que si Ucrania no exporta cereales, en el cuerno de África se mueren de hambre. Que si Rusia no envía fertilizantes y abonos, hay un problema severo en las cosechas al otro lado del globo. También ha demostrado, que la solidaridad sigue funcionando, al menos en materia de acogida de refugiados.