Un equipo de inteligencia artificial detecta el Párkinson en la respiración
Un nuevo dispositivo, desarrollado por el MIT, el Instituto de Tecnología de Massachusets, utiliza una red neuronal para poder detectar la segunda enfermedad neurológica que afecta a más personas en todo el mundo
La enfermedad de Párkinson es difícil de diagnosticar de forma precoz, porque se basa sore todo en la aparición de síntomas, como temblores, rigidez y lentitud, que aparecen varios años después del inicio de la enfermedad.
Sin embargo, ahora un grupo de científicos del MIT han desarrollado una red neural de inteligencia artificial que puede detectar el Parkinson con solo analizar los patrones de respiración de una persona cuando duerme.
En concreto, esta nueva herramienta dispone de una serie de algoritmos conectados que imitan el funcionamiento del cerebro humano y que son capaces de evaluar si alguien tiene Parkinson a partir de su respiración nocturna, es decir, los patrones de respiración que se producen mientras duerme.
Además, como novedad, esta red neuronal también es capaz ya de calcular la gravedad de esta enfermedad neurodegenerativa en cada afectado y rastrear su progresión a lo largo del tiempo, según los resultados de este proyecto pionero que publica la revista “Nature Medicine”.
Este nuevo dispositivo ya ha sido probado con éxito en 7.687 personas, incluidos 757 pacientes con Párkinson.
Larga investigación
A lo largo de los años, los científicos han investigado el potencial de detectar el Párkinson usando líquido cefalorraquídeo y neuroimágenes, pero estos métodos son invasivos, caros y requieren acceso a centros médicos especializados.
Por lo tanto, estos sistemas no son adecuados para pruebas frecuentes en la población en general, que, de otro modo, podrían brindar un diagnóstico temprano o un seguimiento continuo de la enfermedad. enfermedad progresiva.
En cambio, los investigadores del MIT demostraron que esta prueba de inteligencia artificial del Parkinson se puede hacer todas las noches en casa mientras la persona duerme y sin tocar el cuerpo.
Para hacerlo, el equipo desarrolló un dispositivo con la apariencia de un router de Wi-Fi doméstico, pero en lugar de proporcionar acceso a Internet, este equipo emite señales de radio, analiza sus reflejos en el entorno circundante y extrae los patrones de respiración del sujeto sin ninguna intervención corporal.
Luego, la señal de respiración se envía a la red neuronal para evaluar el Parkinson de manera pasiva, y no se necesita ningún esfuerzo por parte del paciente y el cuidador.
“Ya en 1817, en el trabajo del doctor James Parkinson, se observó una relación entre el Parkinson y la respiración. Esto nos motivó a considerar el potencial de detectar la enfermedad a partir de la respiración sin mirar los movimientos”, explica Dina Katabi, una de las responsables de este proyecto innovador.
De hecho, algunos estudios médicos han demostrado ya que los síntomas respiratorios se manifiestan años antes que los síntomas motores, lo que significa que los atributos respiratorios podrían ser prometedores para la evaluación de riesgos antes del diagnóstico de Parkinson.
Enfermedad grave
El Párkinson es el segundo trastorno neurológico más común en todo el mundo, solo superado por el Alzheimer. Ahora mismo, afecta a seis millones y medio de personas en todo el mundo y tiene una factura económica anual de 300.000 millones de euros.
Por otra parte, este avance tecnológico tiene implicaciones importantes para el desarrollo de fármacos y la atención clínica del Parkinson. “En términos de desarrollo de fármacos, los resultados pueden permitir ensayos clínicos con una duración significativamente más corta y menos participantes, lo que en última instancia acelerará el desarrollo de nuevas terapias. En términos de atención clínica, el enfoque puede ayudar en la evaluación de pacientes con Parkinson en comunidades tradicionalmente desatendidas, incluidos aquellos que viven en áreas rurales y aquellos con dificultad para salir de casa debido a movilidad limitada o deterioro cognitivo”, añade la investigadora Dina Kabati.
Durante las últimas dos décadas, no se han realizado avances terapéuticos significativos en la lucha contra el Párkinson y esto “sugiere que nuestros enfoques actuales para evaluar nuevos tratamientos no son óptimos”, advierte Ray Dorsey , profesor de neurología en la Universidad de Rochester y especialista en Párkinson.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...