La Hora Extra: Ensayos feministas frente a novelas de hombres traumatizados

El auge del Movimiento feminista ha afectado también a la ficción literaria y cinematográfica. Las autoras empiezan a ocupar espacios y a reinvicar a las pioneras, aquellas escritoras que fueron obviadas o silenciadas por el canon. Esta semana, en La Hora Extra, reivindicamos a Tillie Olsen, una escritora silenciada que ahora la editorial Las Afueras ha rescatado. Uno de los ensayos del verano ha sido Silencios, con prólogo de la escritora Marta Sanz. A través de cartas, dietarios y su propia experiencia, Olsen escarba en las desventajas colectivas que hacen enmudecer a las escritoras y explica el silencio en clave política.

Otro de los ensayos feministas de los que hemos disfrutado es She Said, publicado por Libros del KO. Es nada menos que el retrato de las bambalinas de cómo se gestó la invesigación periodística que acabó sentando en el banquillo a Harvey Weinstein, el productor de cine, acusado de acoso y abuso sexual, y generando el #MeToo, uno de los grandes movivientos sociales de las últimas décadas. Jodi Kantor y Megan Twohey son las autoras, periodistas del New York Times. Kantor ha hablado en la SER sobre los cambios que produjo su exclusiva y de los retos que faltan.

"Hay nuevas leyes en Estados Unidos. Hay un nuevo reconocimiento de lo incorrecto que es este comportamiento. Harvey Weinstein está en prisión. Y eso es lo máximo que puedes esperar. Pero creo que lo difícil es cuando nos fijamos en mujeres de bajos ingresos, por ejemplo, una camarera que ha sido manoseada por su jefe durante años. ¿Cuánto ha cambiado realmente para ella su vida en los últimos cinco años? Y creo que la respuesta es que quizá no ha cambiado tanto. Y eso se debe a que las leyes han cambiado un poco, pero no mucho", reflexiona la periodista y escritora.

También la literatura escrita por hombres ha empezado a ahondar en el origen de los traumas masculinos, el machismo y las toxicidades. Esta semana hablamos de tres novelas que describen universos masculinos, dos de ellas centradas en la adolescencia de los ochenta y noventa en ciudades como Valencia o Bilbao.

Rafa Lahuerta es el autor de Noruega, editada por Drassana, ganó el premio Lletraferit en 2020 y lleva cerca de 16.000 ventas en su edición en valenciano y 4.000 en la versión castellana, lanzada hace pocos meses. Un pequeño fenómeno que se adentra en contar un estado de ánimo, sin nostalgia, pero con memoria. "Valencia es una ciudad con unas peculiaridades que para mí la convierten en un fenómeno narrativo y literario de primer orden. Es una ciudad grande. Es una ciudad con una historia muy apasionante, pero a la vez es una ciudad como poco ninguneada. En el último siglo ha sufrido bastantes impactos. No podemos olvidar que Valencia es la capital de la República cuando acaba la Guerra Civil y eso, de alguna forma, el franquismo se lo hace saber", cuenta Lahuerta que usa el declive de su ciudad para contar el decive de un joven atrapado en dinámicas tóxicas.

Noruega es la historia de una ciudad antes de la gentrificación, o en el momento en que este proceso empieza. Un retrato de un personaje que vive entre los márgenes, que quiere redimirse, que pasa de lado la ruta del bacalao. La novela tiene muchas similitudes con otra novela aparecida en estos últimos meses, Un tal cangrejo, de Guillermo Aguirre, editada en Sexto Piso. El autor nos retrata un Bilbao antes de su remodelación y unos jóvenes perdidos. "Creo que es una novela sobre el fracaso de la violencia como vía para conseguir las cosas. Mis adolescentes, al final, abandonan la educación, se salen a las calles a los 14 años. Es una edad muy temprana y ya quieren hacerse adultos, pero de una manera rocambolesca, porque no han comprendido todavía lo que es el adulto. En ello, poco a poco, la violencia parece establecerse como el mecanismo más normal para para conseguir aquello que desean. Conforme van agotando las vías de la violencia, van dándose cuenta de que no trae más que culpa", nos dice Aguirre en una entrevista en la Cadena SER.

La tercera recomendación literaria sucede también en Euskadi, en San Sebastián y en la actualidad. Es la primera novela de Aitor Iturriza Mendia, periodista y ex jefe de prensa de Podemos Euskadi. Lo que sé de nosotros es un thriller editado por Altamarea, sobre la política local actual, sobre el trabajo de los dircom y sobre los hombres de una generación que han ido saltando de crisis en crisis. "La idea y el arranque del libro surgió como una fantasía que me pasaba por la cabeza durante la campaña electoral. Cuando ibas en el coche preparando entrevistas, debates... y a veces hasta pensabas y si nos pasamos la próxima parada y dejamos todo atrás", explica el autor que tiene en su novela como punto de partida la desaparición de una candidata en plena campaña electoral.

Todos los autores que han ido apareciendo en esta Hora Extra dejan latente en sus obras las huellas que los cambios políticos, sociales y económicos dejan en sus personajes y, por extensión, en nosotros. Eso es lo que hace la artista armenia Anna Boghiguian, en su exposición El presente se encuentra con el pasado, una muestra de cómo el arte refleja los cambios políticos que puede verse en el IVAM en Valencia. Considerada una de las creadoras más influyentes de nuestro tiempo, reúne dibujos, pinturas, collages, escritos e instalaciones de Boghiguian que muestran las consecuencias de conflictos bélicos y de determinados acontecimientos históricos, pero también de la emergencia medioambiental, mientras busca confrontar al espectador con la incertidumbre que nos rodea.

Detrás de exposiciones como esta hay toda una legión de trabajadores que se encargan de montar y desmontar cada muestra. Algunas son más complejas que otras. Recordamos el revuelo formado con la vuelta del Guernica a España. O el montaje de las exposiciones de Richard Serra, con extravío incluido. Esta semana nos hemos acercado al Guggenheim, en Bilbao, este está siendo uno de sus mejores veranos, y la exposición que comisaria Norman Foster, Motion Autos, Art Arquitectura, está teniendo mucho que ver con ello. Los coches, por primera vez copan las salas del museo e introducen algunas diferencias en el cuidado y protocolos en comparación con un cuadro.