Surcar el muro de agua del mar Mediterráneo hasta Italia

Madrid

Mohamed cruzó la frontera más peligrosa del mundo, la del agua salada del mar Mediterráneo. Desde su Chad natal cruzó el desierto montado en un camión para llegar a Libia. Allí, subió a un cayuco para llegar a Europa. No sabe exactamente en qué parte de la orilla libia lo subieron a él y a otras personas migrantes a la barca, pues la noche era oscura. La gasolina de la embarcación se acabó pronto, dejándoles a la deriva frente a Túnez. Mohamed pasó hambre y sed en el agua durante mucho tiempo. La incertidumbre y la espera, que para quienes migran es una constante, cruzó a la embarcación en la que Mohamed se hallaba con el barco de salvamento 'Open Arms Uno' el día de ayer en el puerto siciliano de Mesina, donde se les autorizó el desembarco de 99 personas rescatadas en el Mediterráneo.

A pesar de las dificultades, las cifras de personas que intentan cruzar hacia Europa han aumentado con respecto al año pasado. En la ruta central, que va desde Libia y Túnez hacia Italia, han sido rescatadas más de 50.000 personas en lo que llevamos de 2022. Son 10.000 personas más rescatadas en el canal de Sicilia con respecto al año pasado. En el caso de la ruta hacia Grecia se han decrecido las cifras de rescates en el mar, no por una reducción en las salidas, sino porque Frontex está regresando al punto de salida a las barcas que intentan llegar desde las costas turcas hasta las orillas griegas.

De manera oficial, son casi 25.000 personas las que han muerto intentando llegar a Europa a través del Mediterráneo desde 2014, según la Organización Internacional para las Migraciones. Pero sólo el fondo del Mediterráneo sabe cuántas personas son las que en realidad no lograron llegar al otro lado.