El INE ha publicado el dato adelantado del IPC de agosto, que baja al 10,4% después de que en el mes de julio se disparara hasta el 10,8%, la más elevada desde septiembre de 1984. Según el indicador adelantado que ha publicado este martes el Instituto Nacional de Estadística, la ligera bajada del IPC se explica porque aunque los precios de la electricidad, la alimentación y la restauración, entre otros, han tirado al alza de la inflación, la bajada de los precios de carburantes, que subieron en agosto de 2021, han incidido en sentido contrario. Se trata del segundo dato de inflación más alto de los últimos 38 años. Tras conocerse el dato, la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha señalado en declaraciones a TVE que la previsión que maneja el Gobierno es que la inflación siga bajando en los próximos meses. En el mismo sentido se ha pronunciado en la SER el economista José Moisés Martín: «Salvo que tengamos alguna sorpresa, y salvando el problema grave del gas ruso, lo normal es que viéramos un ligero descenso de la inflación general en los próximos meses, una cierta moderación por el miedo a la recesión y por la actuación de los bancos centrales». Señala este experto que, sin embargo, la inflación subyacente seguirá «subiendo un tiempo». La inflación subyacente (la que excluye los alimentos sin elaborar y los productos energéticos), ha subido en agosto tres décimas, hasta el 6,4%, una tasa que, de confirmarse, sería la más alta desde enero de 1993. Antonio Pino es agricultor. Tiene una pequeña explotación familiar de producción y venta de hortalizas en Cabra (Córdoba), y está sufriendo la inflación de forma acuciante: «Ha subido la luz, el combustible, los abonos, todo... y eso repercute que el margen de beneficio que ya era pequeño y ahora lo tenemos más pequeño aún». Recuerda que ellos no marcan los precios a los que venden, que «el producto vale lo que el mercado da», y hay muchas veces que tienen que vender a pérdidas: «El producto perecedero tienes que venderlo por lo que te dan». Una situación que, de seguir así, se puede convertir en insostenible. Agosto cerrará como el mes con la electricidad más cara de la historia, con un precio medio en el mercado mayorista por encima de los 290 euros el megavatio/hora (MWh), lo que hará que la factura de la luz supere este mes los 110 euros. Sin embargo, la situación no es la peor de Europa gracias a la excepción ibérica, y que, por ejemplo, Francia es este martes el país de la Unión con el precio de la luz más alto y roza los 1.000 euros el megawatio hora, por eso la primera ministra francesa ha pedido a las empresas que consuman menos energía, que gasten lo menos posible, porque no se descartan cortes de gas en Francia. Este martes en España la luz subirá hasta los 459,4 euros/MWh, su tercer precio más alto. Con precios de la electricidad así, la Unión Europea ha dado un giro radical en su política y ha anuncia una «intervención de emergencia» del mercado de la energía. Úrsula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, explica que se pretende evitar que sea Rusia quien marque los precios de la energía, una propuesta que España lleva pidiendo meses. Teresa Ribera, La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha celebrado que Bruselas se abra a intervenir el mercado eléctrico, pero ha criticado que se «haya perdido un año».