El ciclón tropical Danielle, que se formó este jueves a unos 1.000 kilómetros al oeste de las Islas Azores, ha alcanzado la categoría de huracán, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Danielle se acercará la próxima semana a Europa continental, pero las probabilidades de que afecte a España son «muy bajas», inferiores al 10%, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). El centro del huracán Danielle se sitúa a estas horas a una latitud de 37,9º norte y a una longitud de 43,3º oeste; a medio camino entre las costa este de Estados Unidos y las de Europa meridional. Según la agencia estadounidense, avanza hacia al oeste a una velocidad aproximada de dos kilómetros por hora y se prevé que serpentee al oeste de las Azores durante los próximos cincos días, antes de girar lentamente hacia el noreste a principios de la próxima semana. La intensidad de Danielle ha aumentado a un ritmo mayor del que pronosticaban en un principio los modelos meteorológicos. Actualmente, los vientos máximos provocados por el huracán superan los 120 kilómetros por hora y se espera que alcancen cotas más altas durante los próximos días. Los ciclones tropicales son, según AEMET, «sistemas de baja presión que se forman sobre océanos tropicales o subtropicales» y dan lugar a «numerosas tormentas organizadas y lluvias torrenciales, al igual que fuertes vientos». Danielle se consideraba un ciclón tropical hasta las 16:48 horas de este viernes, cuando el Centro Nacional de Huracanes estadounidense consideró que se había intensificado lo suficiente como para elevarlo a categoría de huracán. Este es el primer huracán de la temporada y se ha formado en medio del océano Atlántico. Los expertos monitorizan otras dos perturbaciones formadas recientemente que podrían convertirse en tormentas tropicales. La AEMET explica que la «localización donde se ha formado esta tormenta tropical es poco habitual» porque está «muy al norte» de las zonas donde suelen generarse. Podrá cruzar el Atlántico hacia el este, por lo que es posible que se acerque a España. Pero conviene estar tranquilos porque, aunque llegara a nuestro país, no supone una grave amenaza. «La probabilidad de que los vientos asociados a este sistema tropical, a Danielle, afecten a la Península Ibérica, siguen siendo muy bajos, inferiores al 10%. Aunque podrían original mal estado de la mar en el entorno del marítimo próximo a la Península Ibérica», explica Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Española de Meteorología (AEMET). Los expertos siguen muy pendientes de los modelos predictivos sobre la trayectoria de este huracán porque los ciclones tropicales son complejos, con una dinámica propia y son una gran fuente de incertidumbre. Aún así, en el peor de los escenarios, y también en el menos probable, Danielle podría acercarse a nuestro país, dejando fenómenos meteorológicos extremos: fuerte viento, algunas precipitaciones y gran oleaje. En el caso de que pasara frente a la costa noroeste, habría fuertes rachas de viento sur, que provocaría un aumento en las temperaturas. También dejaría fuertes vientos y mala mar en la costa Atlántica y algunas lluvias en el noroeste de nuestro país. Para las próximas semanas, «se acercará Danielle algo más a Europa continental pero la probabilidad de que los vientos intensos asociados a este ciclón tropical afecten a España son muy bajas, inferiores al 10%, y en todo caso podría original mal estado de la mar en nuestro entorno», insiste el portavoz de la AEMET. En 2005, un huracán consiguió entrar en nuestro país, aunque lo hizo debilitado y como tormenta tropical. Se llamaba Vince y ya en aquel momento se reconocía que era un fenómeno muy inusual. Más reciente fue el caso de Leslie, en 2018. Este huracán afectó a nuestro país, también de forma debilitada, como un ciclón extratropical. O el de la tormenta subtropical Alpha, en septiembre de 2020, que causó graves problemas en algunos puntos de España. Según la AEMET, el número de huracanes de la cuenca atlántica se ha incrementado pasando de un promedio de 12 ciclones nombrados, seis de ellos huracanes, en promedio por temporada, entre 1981 y 2010, a 14 ciclones nombrados, siete de ellos huracanes, entre 1991 y 2020 por temporada. Respecto a las posibles causas de este aumento en el número de huracanes, el Servicio Meteorológico de Estados Unidos apunta varias, entre ellas, el cambio climático antropogénico, la mejora de los sistemas de observación o procesos naturales que hacen que las aguas del Atlántico sean más cálidas.