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Macron mantiene su negativa al MidCat porque ya hay dos gasoductos entre Francia y España "infrautilizados"

Macron se ha mostrado firme en su negativa y ha emplazado a Pedro Sánchez a que le demuestre la necesidad de este tercer gasoducto

El presidente de Francia, Emmanuel Macron. / LUDOVIC MARIN / POOL EFE

Madrid

Francia ha insistido de nuevo en que resucitar el proyecto MidCat para construir un gasoducto entre España y Francia por Cataluña no está justificado teniendo en cuenta que existen ya dos gasoductos conectados entre los dos países y que los flujos están "infrautilizados" con una capacidad del 53%. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha alegado que el MidCat no solucionaría la crisis energética y que por tanto, no hay necesidad de construirlo.

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"No entiendo qué problema intentamos resolver a corto plazo, no lo entiendo. Por qué tendríamos que estar saltando como cabras pirenaicas sobre esta cuestión porque es falso que este gasoducto solucione esta crisis", ha dicho, y ha señalado que si los dos gasoductos funcionaran al 100% y construir otro solucionara la crisis estaría de acuerdo.

Además, Macron ha emplazado al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, a darle argumentos para cambiar su opinión. "Si me presenta unos hechos que demuestran lo contrario, estoy dispuesto a escucharle", ha dicho.

Transición Ecológica muestra su empeño en el MidCat

Fuentes próximas al Ministerio de la Transición Energética reaccionaron este fin de semana a los repetidos llamamientos de las autoridades españolas, alemanas y portuguesas en favor de un nuevo tubo que permitiera hacer transitar gas llegado en barco a las terminales metaneras de la península ibérica. Las fuentes insisten en que "el flujo entre España y Francia no es para nada un factor limitante" para el abastecimiento de Alemania y de Europa central y oriental, como ya quedó en evidencia cuando se abandonó el proyecto del MidCat en 2019.

Para ilustrarlo, precisan que la interconexión actual entre Francia y España (hay dos gasoductos por el extremo occidental de los Pirineos) no está saturada, y la prueba es que este pasado mes de agosto en el sentido norte-sur solo se utilizó al 60%. Una cifra que contrasta con los puntos de tránsito de gas en los que sí se han constatado cuellos de botella desde el comienzo de la guerra de Ucrania a finales de febrero y la política rusa de ir cerrando los grifos del gas en dirección de Europa.

En concreto, los conductos que van de Francia a Bélgica (y que luego alimentan Alemania y otros países más al este) en agosto fueron utilizados a una capacidad de entre el 87% y el 97%. Los que conectan Francia con Suiza, y que sirven para llevar gas a ese país pero también a Italia, han estado saturados, por su parte, a más del 80% desde finales de marzo.

Francia refuerza su interconexión con Alemania

Por eso se está trabajando en uno de los puntos que ha identificado como problemático, el tránsito de gas Francia-Alemania: los gestores de redes de los dos países tienen intención de abrir un flujo adicional de 100 gigavatios hora al día este invierno en su frontera común de Obergailbach. El pasado viernes, la ministra francesa de la Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, señaló que su Gobierno va a aumentar los intercambios de gas y de electricidad con España y Alemania para reforzar la solidaridad recíproca, pero no nombró en ningún momento el MidCat, ni dio más precisiones.

Su Gobierno no espera que haya problemas de abastecimiento de gas en Francia, salvo circunstancias excepcionales, pero sí que necesita electricidad que le llega de los países vecinos (en particular de Alemania y España) porque tiene 32 de sus 56 reactores nucleares parados y no está claro que muchos puedan arrancar para el invierno.

Más allá del argumento del margen de capacidad todavía disponible en los gasoductos entre Francia y España para rechazar el MidCat, las fuentes próximas al departamento de Pannier-Runacher reiteran que una nueva infraestructura para ser útil para abastecer al resto de Europa requeriría en primer lugar reforzar la red de gasoductos franceses. Eso significaría "varios años" hasta su entrada en servicio, además con un costo de "varios miles de millones de euros", lo que en resumen significa que "no es por tanto una respuesta a la crisis energética actual". Por no hablar del hecho de que no tiene sentido construir una infraestructura de esas dimensiones que debería ser explotada a largo plazo para el gas, cuando la estrategia europea es abandonar los hidrocarburos.

No mezclar el gas con el hidrógeno

Y en cuanto al hecho de que las autoridades españolas apostillan que sería un gasoducto dual que en el futuro se utilizaría para transportar hidrógeno, la respuesta es que no hay que mezclar churras y merinas y que plantear proyectos para esa nueva energía "no tiene nada que ver con una respuesta a la crisis energética actual".

Los dos tubos de gas que hay actualmente entre Francia y España se sitúan en Biriatou y en Larrau, y representan una capacidad de 225 gigavatios hora al día. Los jefes de Gobierno de Alemania, Olaf Scholz, y España, Pedro Sánchez, enviaron el pasado 30 de agosto un mensaje en dirección de Francia para que reconsiderara el MidCat y la primera respuesta de París vino de su ministro de Economía, Bruno Le Maire, que ese mismo día señaló que puesto que se lo pedía dos países amigos lo iban a examinar.

La nueva salva de argumentos franceses contra el proyecto de gasoducto parece indicar que las palabras de Le Maire fueron sobre todo un gesto de educación diplomática.

Es el mercado, amigo | La crónica de José Luis Sastre
 
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