Es inaceptable que Feijóo compare a Sánchez con un sanguinario dictador

Casi no nos ha dado tiempo de situarnos en el arranque de este curso y esta tarde ya hay plato fuerte en la política. No había terminado agosto cuando Alberto Nuñez Feijoó, líder del PP, le pidió un debate a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, y apenas ha empezado septiembre y esta tarde se va a celebrar ese debate. Uno lo pidió dando por descontada la negativa del otro. Y el otro, a pesar del remoloneo inicial, aceptó empujado por su buen momento europeo. Y así llegarán los dos esta tarde al Senado, el campo elegido para el duelo, teniendo en cuenta que Feijóo no tiene escaño donde sentarse en el Congreso.

El diálogo siempre es bueno, siempre es bueno para saber cuáles son los proyectos de cada uno, y en este caso será especialmente interesante escuchar a Feijóo, que no ha sacado a su partido del no permanente en el que le instaló Pablo Casado. No a todas y cada una de las medidas que ha impulsado el Gobierno para paliar los efectos de esta última crisis, no a pesar de que, como decía ayer la encuesta que publicó la SER, muchos votantes del PP apoyan estas medidas, no a pesar de que Feijóo se arroga la paternidad de algunas de las iniciativas que luego rechaza. Bueno, pues hoy podremos escucharle confrontar sus propuestas a las del presidente del Gobierno.

Es terrible e inaceptable lo de Feijóo

En un debate, por cierto, que llega después de que ayer el propio Feijóo enrareciera todavía más el ambiente, comparando a Pedro Sánchez con el protagonista de la novela "El otoño del patriarca", de García Márquez, un sanguinario dictador que llegó al poder tras un golpe de Estado. Una comparación terrible, inaceptable, teniendo en cuenta, sobre todo, que Feijóo no para de llorarle a quien quiera escucharle por los insultos que dice que recibe por parte del PSOE.

En este contexto, los dos protagonistas del debate de esta tarde tienen la oportunidad perfecta para hablar de las cosas reales, de los problemas que, de verdad, tienen los ciudadanos. Deberían ser capaces de olvidar las contiendas electorales que hay en el horizonte y hablarle a los ciudadanos de las cosas que preocupan a los ciudadanos, es una oportunidad magnífica. Si se enredan en las acusaciones, en arrogarse las paternidades de no sé qué ideas o de descalificar sin ton ni son, estarán perdiendo el tiempo y nos lo harán perder a todos nosotros. No sería una buena noticia empezar así el curso político.