Empleada del hogar
"Esta visión elitista ha llegado a otros ámbitos. Y así, aunque asistenta es solo una mujer que asiste, nunca nos referiríamos a una asesora de un presidente de gobierno, por ejemplo, como asistenta. Para no confundir", la palabra del día de Isaías Lafuente
La palabra del día con Isaías Lafuente | Empleada del hogar
Madrid
El Gobierno ha adoptado medidas para mejorar las condiciones de empleo de las empleadas del hogar. Este neologismo entró en el diccionario hace cuarenta años, para orillar los términos despectivos con los que hemos nombrado a estas mujeres a través de los siglos, desde las criadas, que trabajaban a destajo cambio de techo y comida, en situación semejante a la esclavitud. Puede parecer criada palabra fea, pero es que teníamos otras como maritornes, que era una mujer de servicio, sí, pero además "ordinaria, fea y hombruna". Hasta ahí llegaba la especialización. Lentamente, muy lentamente, fueron cambiando las condiciones y también cambiaron las palabras: sirvienta, chacha, asistenta, chica, moza o fámula, palabra esta que seguramente casi todos no hayamos oído ni usado en la vida.
Por supuesto, hasta en trabajos tan precarios había clases. Y las señoras de alta sociedad tenían a su servicio damas o doncellas, que eran criadas, pero no se dedicaban a los trabajos más duros de casas y palacios. Esta visión elitista ha llegado a otros ámbitos. Y así, aunque asistenta es solo una mujer que asiste, nunca nos referiríamos a una asesora de un presidente de gobierno, por ejemplo, como asistenta. Para no confundir. En fin, hemos mejorado la calidad de las palabras con las que hemos nombrado el trabajo de estas mujeres y ahora solo falta que mejoren definitivamente sus condiciones de trabajo.