Griezmann rescata al Atlético de Madrid en el 101'
El Atlético de Madrid gana al Oporto (2-1) en el descuento de un partido agónico en el Civitas Metropolitano
Madrid
El debut del Atlético de Madrid en esta Champions League comenzó con homenaje. Paulo Futre, ya recuperado de su infarto, recibió desde el palco del Cívitas Metropolitano una sonora ovación de las aficiones de Atlético de Madrid y Oporto. El Portugués, que dio el susto hace unos días, se emocionó antes de la puesta de largo de los colchoneros en Europa. El rival era un viejo conocido de las últimas ediciones de la Champions, el Oporto de Sérgio Conceição, que volvió a ser un auténtico dolor de muelas para el equipo de Diego Pablo Simeone.
La crónica del partido
El Atlético de Madrid salió mandón. Este partido (y este rival) ya lo habían visto, y los de Simeone trataron de ser profundos e intensos desde el inicio. Nada de especular ante un equipo que, pese a haber perdido a Vitinha (PSG) y Fabio Vieira (Arsenal), grandes estandartes la pasada campaña, necesita muy poco para hacer daño sustentado por la consistencia de un Pepe eterno, tiene ya 39 años, la explosividad de Otávio y la presencia del delantero Taremi. Los primeros 20' fueron un monólogo del Atlético, espoleado por un Joao Félix que comenzó el partido con la mecha encendida. Suya fue la jugada que precedió a la ocasión más clara de los colchoneros. El Menino dejó atrás a tres rivales y enfiló hacia la meta de Diogo Costa. Evidentemente, fue derribado por el camino. Carrasco chutó directo y estuvo muy cerca de sorprender al meta portugués. Parecía que el Atlético tenía la lección aprendida de la campaña pasada, cuando el VAR anuló un gol de Taremi que evitó que Los Dragones se llevasen los tres puntos. El partido del pasado 15 de septiembre acabó 0-0. Los rojiblancos querían evitar a toda costa otro tropezón frente a los portugueses, pero lo que ocurrió es que pasados los primeros 20 minutos el equipo se diluyó.
La muestra más clara fue que el rival, que apenas había cruzado del cerco del campo, comenzó a aparecer por las inmediaciones del área defendida por Jan Oblak. Tanto fue así que al filo de la media hora ya obligaron al meta esloveno a trabajar para evitar el susto. Los lusos comenzaron a crecer, sobre todo a la espalda de Nahuel Molina y Carrasco. El Atlético, ya inmerso en un déjà vu de la temporada anterior, todavía encontró en Koke una vía para despertar. El capitán estuvo cerca de poner el 1-0 en el marcador en un duro disparo que obligó a trabajar a Diogo Costa en una jugada aislada. Aun así, ni el Atlético se encontraba ni el Metropolitano encontraba a 'su' Atleti. La hinchada despidió a su equipo unos tímidos pitos cuando se marchaba camino al vestuario.
Para la reanudación, Simeone había detectado las fugas de su equipo. Reemplazó a Carrasco y Nahuel Molina por De Paul y Lemar. Además, mandó a Llorente al carril derecho para tratar de cerrar su espalda. Y le fue bien al Atlético, al menos durante los primeros quince minutos de la segunda parte. Los rojiblancos volvieron a embotellar al Oporto, empujados por la energía de Rodrigo de Paul y Llorente. Precisamente una internada del argentino acabó en un gran gol de Koke, pero la revisión del VAR determinó que De Paul había arrancado en posición incorrecta. Lo que ocurrió después es que, como ya había sucedido en la primera mitad, el equipo rojiblanco se vino abajo paulatinamente. En paralelo, el Oporto creció. Tanto fue así que Oblak volvió a verse obligado a sostener a los rojiblancos durante segundo tiempo. Mención especial a su intervención a un duro disparo de Eustáquio. El luso-canadiense y Otávio volvieron a coger las riendas del partido, y el Atlético comenzó a sufrir.
Y así llegó el partido al momento Griezmann, es decir, al 60'. Como viene siendo habitual esta temporada, el francés entró con media hora por delante. Mientras tanto, Otávio guiaba al Oporto a la meta de Jan Oblak y el Metropolitano entró en una especie de histeria colectiva alentado por dos cambios que la parroquia colchonera no terminó de entender. Morata dejó su sitio a Mario Hermoso y Joao Félix a Correa, dos movimientos, con 0-0 en el marcador, que no gustaron a los hinchas rojiblancos. Hubo pitos al Cholo en las sustituciones, que trató de recomponer a su equipo para la última media hora del partido.
El partido parecía encallado, con un Atlético muy atascado, pero la expulsión de Taremi por un absurdo piscinazo en el área de Oblak ayudó a los rojiblancos a inclinar el campo. Quedaban 10 minutos más el añadido por delante. Hubo asedio. Y en ese bombardeo de balones a la meta que defendía Diogo Costa, apareció Mario Hermoso. El central, volcado en el área rival, recogió una pelota y, tras un recorte digno de un delantero centro, consiguió, gracias al desvío de un defensa, batir al guardameta portugués. 1-0 en el 94'. Hermoso se fue a celebrarlo con el fondo con el que semanas atrás había tenido bronca. Lo que no sabía es que en la jugada siguiente iba a pasar de héroe a villano. El defensa colchonero desvió con la mano un centro dentro de área. Era el 96'. Un penalti indiscutible que transformó Uribe, que se había convertido en el principal argumento ofensivo de un Oporto que para aquel momento ya había perdido a Otávio por lesión. Las dudas volvieron a instalarse en el Metropolitano, pero ahí apareció el factor Griezmann. El francés, que parece tocado por una varita en las últimas medias horas de los partidos, cazó en el 100' un córner para hacer el 2-1 final. "Yo voy a dejarme la vida por el Atlético, por esta afición y por el Cholo", dijo el francés en zona mixta al término del partido. Por lo pronto, lo que dejó fueron los tres puntos en Madrid en el debut europeo del Atlético.
Fernando Rodríguez
Coordinador del área digital de deportes de Cadena SER desde 2021. Previamente, estuve casi siete años...