Vuelta al cole con la calculadora en la mano
Comienza un curso escolar marcado por la inflación, que afecta a las familias y a los centros educativos
Una vuelta al cole asfixiante
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Madrid
Libros de texto, uniformes, mochilas, cuadernos, material escolar... La lista de la compra para el nuevo curso es larga y mucho más costosa, en línea con la subida de los precios que marca nuestro día a día. De media, las familias españolas gastarán 2.186 euros en preparar la vuelta al cole de cada hijo, una cifra que llega a triplicarse en el sistema privado y que rozará los 3.000 euros para los alumnos de la eduación concertada en 2022, según la encuesta anual de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Un coste que disparan las actividades extraescolares, los cursos de idiomas, y los gastos de transporte y comedor, en los que muchos hogares tratarán de meter tijera este mes de septiembre.
La vuelta al cole de este año está siendo particularmente difícil para Nancy, una madre de familia que lleva semanas echando cuentas y buscando opciones de segunda mano para poder asumir el gasto de los uniformes escolares de sus tres hijos: "En estas vacaciones no hemos salido a ningún lado para poder ahorrar. He comprado los zapatos de segunda mano, y a la falda de la niña, que tiene tirantes, le subiré los botones para que aguante un año más", explica. "El de 15 años también ha crecido que está en la adolescencia y también hay que comprar uniforme nuevo", dice Nancy, que este mes tendrá que hacer un esfuerzo extra para pagar los libros de su hija pequeña: "Como va a infantil, no se pueden comprar los de segunda mano porque todos son para trabajar y sólo en ella son 230 euros en libros".
Muchos padres reconocen que el de la vuelta al cole es un gasto poco flexible para ellos, del que es difícil recortar: "No hemos podido optar a una plaza pública en la escuela infantil así que nos ha tocado escolarizarla en la privada y ahí es imposible recortar nada, es lo que hay", cuenta Daniel mientras coloca a su hija de dos años en la silla de paseo en un parque madrileño. "Al ser niños que crecen tanto es imposible reutilizar casi nada de lo que teníamos del año pasado, así que todo lo que hemos tenido que adquirir es nuevo para este año. La prioridad es el niño y su educación así que nosotros hemos decidido quitarnos en otras cosas: en salir, en vacaciones más cortas... con el fin de tener un remanente que nos ayude afrontar sin miedos y sin riesgos la vuelta al colegio".
Cuadernos y libros de texto más caros
Las papelerías y librerías también notan que las familias miran más los gastos en esta vuelta al cole. Paula Rodríguez Cendón, que lleva varios años regentando una papelería en el barrio madrileño de Argüelles, cuenta que las familias "tratan de aprovechar lo que son mochilas, estuches... Miran los materiales de años anteriores a ver si pueden alargar la vida útil y no tienen que comprar uno nuevo". Aunque la gente compra menos que antes de la pandemia, la subida de los precios de venta de algunos productos como el papel, le ha permitido aumentar sus ingresos: "Yo vendía el paquete de folios en 4,30 euros y ya lo tengo en 6,50. Ha sido un incremento semanal desde el mes de marzo. Aparte hay una escasez general de papel y para adquirirlo es ya al mejor postor. Nosotros no tenemos más remedio que comprarlo, claro, porque no te puedes quedar sin papel en una papelería", explica Paula.
La subida del precio del papel repercute en el precio de las libretas y de los libros de texto. En la librería madrileña de Gaztambide, especialistas en el sector educativo, han empezado a recibir las cajas con los primeros manuales. "Debido a que no hay papel el precio de los libros ha subido muchísimo este año. Hablamos de una media de cuatro - cinco euros por libro como mínimo", explica su propietaria, Belén González. Ojeando las estanterías, el precio medio de los libros de texto para el curso que viene es de unos 30 euros. El incremento del coste coincide este año con la implantación de la nueva ley educativa, que obliga a renovar manuales en los cursos impares de primaria, ESO y Bachillerato. El cambio de temario y el hecho de que muchas editoriales no publican en España está provocando retrasos en las entregas: "Hay mucho libro todavía en imprenta. Nosotros pedimos los libros para que estén aquí final de junio principios de julio y nos están llegando ahora sí así que podemos hablar de un retraso de unos de dos meses".
Alternativas económicas
Las asociaciones de consumidores advierten sobre el impacto de una inflación que supera el 10% en el bolsillo de las familias más desfavorecidas. También las asociaciones de padres y madres de alumnos hacen hincapié en que esta vuelta al cole "va a ser una cuesta que nos costará subir especialmente", como explica Nieves Burón, secretaria técnica de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumn@s de la Escuela Pública de Aragón (FAPAR). No obstante, Burón recalca que en su comunidad autónoma existen instrumentos sociales al alcance de los hogares más necesitados: "Los bancos de libros en la mayoría de centros públicos son una ayuda inestimable. Con 20 o 25 euros se puede tener un lote de libros", apunta esta madre de familia que subraya la importancia de las becas de comedor y de las iniciativas solidarias para adquirir materiales.
La subida del coste de la vida empuja a muchas familias a reducir gastos accesorios como el servicio de comedor, a pesar de que actualmente "sale más caro tener que dar de comer a tus hijos en casa", apunta Burón. La responsable de FAPAR admite, sin embargo, que las actividades extraescolares y los cursos de idiomas "serán una de las primeras cosas en las que se recorte" si no es posible acceder a programas de conciliación como el Plan Corresponsables, que permite a las familias aragonesas dejar a sus hijos en el centro antes del comienzo de la actividad lectiva a coste cero.
Los directores de instituto echan cuentas
Al igual que las familias, muchos responsables de centros educativos afrontan el regreso de las clases con preocupación por la subida de las facturas de luz y gas. Toni González Picornell, presidente de FEDADI, la federación que representa a los directores de institutos públicos, explica las dificultades por las que atraviesan: "Hablando de centros que estaban pagando 2.000 euros de luz y actualmente están pagando 5.000 y 6.000 euros. Se ha dado el caso de algún centro con saldo casi negativo. Llegado un momento, habrá que pedir crédito extraordinario para asumir este gasto en el aumento de la energía". En el caso de los colegios de primaria, el mantenimiento depende de los ayuntamientos, por lo que la subida de la energía no afecta directamente a la gestión de los directores.
El Ministerio de Educación ha puesto en marcha un plan de adaptación climatológica de los centros educativos de 200 millones con el que busca permitir a institutos y colegios mejorar su eficiencia y poner, por ejemplo, placas solares en los tejados. Sin embargo, esas inversiones no llegarán a tiempo para el inicio de este curso escolar, en el que se ha relajado el protocolo COVID que obligaba a mantener abiertas las ventanas de las aulas en pleno invierno para facilitar la ventilación. Su apertura intermitente permitirá limitar el gasto energético adicional, aunque la recomendación de ventilar los espacios se mantiene.