Los restos de Isabel II llegan a la Catedral de St Giles (Edimburgo) y se instala la capilla ardiente hasta este martes
El nuevo monarca, Carlos III, se ha dirigido a ambas Cámaras en Westminster y esta tarde ha hecho lo mismo ante el parlamento escocés, para después dar comienzo a un cortejo fúnebre con los restos mortales de la reina Isabel II que ha terminado en St Giles
Londres
El rey Carlos III ha acudido este lunes el Parlamento británico en Westminster en su primera visita como monarca tras el fallecimiento de su madre, la reina Isabel II el pasado día 8. Acompañado por la reina consorte, Camilla, el nuevo soberano ha escuchado en Westminster las condolencias que le ofrecerán ambas Cámaras, los Comunes (Baja) y los Lores (Alta), tras lo que él mismo se ha dirigido a ambas. Posteriormente, ha llegado a Escocia para hacer lo mismo ante su Parlamento, para después dar comienzo a un cortejo fúnebre que ya ha finalizado, con la llegada de los restos de Isabel II a la Catedral de St Giles.
El rey se ha referido al parlamento como "el instrumento vivo y que respira de nuestra democracia", dirigiéndose a los legisladores y pares en Westminster Hall. Allí ha recordado los momentos que ha vivido "tras esas paredes", especialmente en los aniversarios del reinado de su madre. "Mientras estoy hoy ante ustedes, no puedo evitar sentir el peso de la historia que nos rodea y que nos recuerda las tradiciones parlamentarias, a las que los miembros de ambas Cámaras se dedican con tanto compromiso personal para la mejora de todos".
"Estamos aquí reunidos para recordar a la reina y su dedicación y su servicio a las naciones", insistía, señalando que "ella fue un ejemplo de dedicación desinteresada" y se ha comprometido a reinar de la misma forma, con respeto "a los principios constitucionales".
El primer acto en Londres se ha desarrollado en Westminster Hall, la sala más antigua del palacio de Westminster, que se ha utilizado en el pasado para celebrar discursos ceremoniales, como ocurrió en los Jubileos de Platino, Oro y Diamantes de Isabel II. Se espera además que sea en Westminster Hall donde yacerá también el cuerpo de la reina cuando sea trasladado allí este martes, procedente de Edimburgo.
Cortejo fúnebre con el cuerpo de Isabel II y misa en la Catedral de St Giles
Tras estos compromisos en Londres, Carlos III y su esposa han volado a la capital escocesa, donde han acudido al palacio de Holyroodhouse -sede del Parlamento escocés- y donde el monarca ha inspeccionado la guardia de honor.
El cortejo fúnebre se ha desplazado desde el palacio real de Holyroodhouse en una procesión que se ha dirigido a la Catedral de St Giles, donde se ha celebrado un servicio religioso al que asistirán miembros de la familia real, entre ellos el rey y la reina consorte. Por detrás del féretro, cubierto con el estandarte real de Escocia y una corona de flores, iban a pie los cuatro hijos de Isabel II: el rey Carlos III, la princesa Ana; el duque de York, Andrés, y el conde de Wessex, Eduardo. El coche fúnebre iba flanqueado por guardias del regimiento de Escocia.
A ambos lados de la avenida Royal Mile, por donde transitó el cortejo, había miles de personas, que desde muy temprano ocuparon sus lugares detrás de las barreras levantadas por la policía. El ataúd, que ya ha llegado a la Catedral de St Giles, permanecerá unas 24 horas en la catedral, donde estará la capilla ardiente que permitirá a la población rendir tributo a Isabel II. Más tarde, el rey y la reina consorte recibirán una moción de condolencias en el Parlamento escocés.
Abierta la capilla ardiente a los ciudadanos
La catedral de San Gil, en Edimburgo, ha albergado la primera misa de despedida en presencia de los restos de la difunta reina de Inglaterra, Isabel II, precedida de un simbólico cortejo fúnebre en el que ha participado el rey Carlos III. Dentro ya de la catedral, sobre el ataúd, que ya portaba el estandarte real de Escocia, el duque de Hamilton, Alexander Douglas-Hamilton, ha depositado la corona correspondiente a este territorio en señal de respeto. La corona se exhibe habitualmente en el Castillo de Edimburgo.
El himno británico, ahora adaptado en homenaje al nuevo rey, ha servido de cierre a la misa, tras la cual la familia real ha abandonado la catedral para dejar paso a la capilla ardiente que se ha habilitado en el mismo templo para que los ciudadanos escoceses puedan darle un último adiós a la fallecida monarca.
La capilla ardiente ha abierto sus puertas sobre las 19:30 horas y a sus puertas aguardan decenas de miles de ciudadanos que quieren mostrar en persona sus respetos y condolencias ante el féretro de la soberana.
El funeral será el martes en Westminster
El martes, los restos mortales serán llevados a la capital británica en un avión de la Real Fuerza Aérea (RAF) de cara al funeral de Estado que tendrá lugar el día 19 en la Abadía de Westminster, junto al Parlamento británico.
Carlos III, que fue proclamado oficialmente el sábado, ha arrancado su reinado con una agenda repleta a raíz del fallecimiento de su madre el 8 de septiembre a los 96 años en el castillo escocés de Balmoral. Tan solo dos días antes de morir, Isabel II había recibido -el martes anterior- a la nueva jefa del Gobierno británico, Liz Truss, quien sucedió a su colega conservador Boris Johnson.